La atleta ha tenido que ser operada por una abrasión de la córnea, y se le ha retirado del ojo un fragmento de la cáscara que había quedado incrustado.
El ataque se produjo el domingo cuando volvía a su casa en Turín, donde vive con sus padres, y se suma a varios ataques racistas registrados en la ciudad en los últimos días.
30/07/2018 Diario.es.- La lanzadora de disco de la selección italiana sub23, Daisy Osakue, de origen nigeriano, ha sido herida en un ojo después de que unos desconocidos le arrojaran huevos desde un coche. Los hechos están siendo investigados como un nuevo caso de agresión racista en Italia.
La lanzadora de disco de la selección italiana sub23, Daisy Osakue, de origen nigeriano, ha sido herida en un ojo después de que unos desconocidos le arrojaran huevos desde un coche. Los hechos están siendo investigados como un nuevo caso de agresión racista en Italia.
La atleta ha tenido que ser operada por una abrasión de la córnea, y se le ha retirado del ojo un fragmento de la cáscara que había quedado incrustado. El ataque se produjo el domingo por la noche mientras volvía a su casa en Turín, donde vive desde su infancia con sus padres, de nacionalidad nigeriana.
La joven ha explicado que, aunque necesita algunos días de reposo, podrá participar en el Campeonato Europeo de Atletismo que se celebrará en Berlín.
La organización juvenil del Partido Demócrata de Turín denunció en un comunicado la agresión de Osakue, donde apuntaban a su militancia en esta formación política. Así, acusaron al Gobierno de generar «el clima de tensión y ciega violencia que se está creando en Italia».
«Ha llegado la hora de dejar de infravalorar las agresiones contra personas que tienen como única culpa tener un diferente color de piel. Quien finge que es un accidente o una coincidencia, miente», añadieron en el mismo texto.
Los miembros de este partido destacaron que se trata del enésima agresión racista, pidiendo al ministro del Interior, Matteo Salvini, que acuda al Parlamento a «explicar estos fenómenos que parecen aumentar, alimentados por la propaganda racista».
Salvini afirmó este domingo que la alarma racista «es una invención de la izquierda, los italianos son buenas personas, pero su paciencia se ha acabado. Yo, como ministro, trabajo desde hace 58 días para dar seguridad y serenidad a nuestras ciudades».