La Fiscalía solicita cuatro años de prisión por un delito de lesiones para cada uno de los tres acusados
La petición del ministerio fiscal incluye otros dos años y seis meses por organización criminal
Periódico de Aragón.- Armados con pistolas, machetes y un cuchillo de cocina de una hoja de casi 20 centímetros. Así se personaron el pasado mes de marzo tres individuos en una vivienda de la Avenida Madrid de Zaragoza para agredir a su morador y amenazar a su compañero de piso. Ahora la Fiscalía solicita para Edward M. H., Richard Yunior L. U. y Luis Ángel M. V. una pena de cuatro años de cárcel como presuntos autores de un primer delito de lesiones con uso de armas o instrumento peligroso y dos años y seis meses de cárcel por un segundo delito de pertenencia a grupo criminal. En el caso de que la condena impuesta a Edward y Luis Ángel –defendido por Juan Carlos Macarrón– sea inferior a los cinco años de prisión, el ministerio fiscal solicita su expulsión de España y la prohibición de entrada en territorio nacional durante los próximos diez años.
La pena que solicita el ministerio público, a la que se ha adherido la acusación particular ejercida por Carmen Sánchez Herrero, también incluye una indemnización a la víctima de 2.450 euros por los días de curación y 3.175 por las secuelas. En concepto de responsabilidad civil, deberán indemnizar al Servicio Aragonés de Salud con 1.020 euros por el coste de la asistencia sanitaria prestada en el Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa de la capital aragonesa.
Los hechos denunciados se remontan a la medianoche del pasado 22 de marzo, pasados pocos minutos de las 00.00 horas. Según relata la Fiscalía, los tres procesados se dirigieron a este domicilio de la Avenida Madrid junto a otros tres individuos, si bien estos últimos no han llegado a ser identificados durante la causa dirigida por el Juzgado de Instrucción número 10 de Zaragoza. Cuando la víctima les abrió la puerta, los susodichos habrían cargado contra él encañonando con la pistola y golpeándole en la cabeza con el machete. Sus gritos alertaron al compañero de piso, que no pudo hacer nada por evitar el avance de los acusados ya que, al salir de su cuarto, fue amenazado con un cuchillo.