La víctima, a quien se le han recetado antibióticos para prevenir la infección de las quemaduras, se encuentra en casa recuperándose de las heridas y del dolor que tiene en gran parte de su cuerpo.
Una concentración de repulsa contra esta agresión tendrá lugar hoy a las 19:30 horas en la plaza del Ayuntamiento de Valencia.
CÁSCARA AMARGA.-Según la propia agredida, que responde a las iniciales M.C., se encontraba en el centro de Valencia a las 4:30 de la madrugada del pasado sábado, “me acababa de despedir de unas amigas con las que había pasado la noche cuando a mi lado pararon dos jóvenes de unos 25 años subidos en un coche y tras decirme varias estupideces me preguntaron si yo era un hombre”, relata. M.C. explica que “llega un momento que explotas, harta de tantos insultos, así que me acerqué a la ventanilla del conductor para encararme a él. Fue en ese momento cuando el chico que me había increpado me cogió del brazo y aceleró el vehículo, llevándome a rastras durante casi 20 metros”.
La víctima señala que está “viva de milagro”, pues “la agresión podría haber sido fatal. Podría haber caído bajo las ruedas del coche o romperme el cuello con la caída”. Cuando el agresor soltó a la mujer, ella cayó al suelo mientras el coche se daba a la fuga, por lo que no le dio tiempo a ver la matrícula del vehículo. Pocos minutos después paró a una patrulla de policía para que la socorrieran y éstos llamaron a una ambulancia que la trasladó al Hospital La Fe de Valencia, donde le trataron las heridas: un corte de 4 centímetros en un codo y las quemaduras producidas en hombros y brazos por el roce con el asfalto.
Tras ser atendida en el hospital, y ya con el parte médico, la agredida acudió a una comisaría de policía para interponer una denuncia. M.C. manifiesta su malestar por el trato recibido tanto por el personal médico como por la policía, “pues sentí que me trataban como un bicho raro, con miradas entre extrañeza y burla por el hecho de estar delante de una mujer transexual. Creo que a una mujer no transexual no la hubieran tratado del mismo modo, algo que me hizo sentir muy mal”.
Desde Lambda afirman que, por desgracia, hechos como éste no son aislados en nuestro país, lo que demuestra que “aunque estemos caminando hacia la igualdad legal, las personas lesbianas, gais, transexuales y bisexuales estamos lejos de gozar aun de una igualdad real y efectiva”. “Es lamentable que el mismo día que miles de personas recorríamos las calles de Valencia para pedir respeto por los Derechos Humanos de las personas LGTB a nivel internacional, en nuestra propia ciudad se produjera un ataque tan brutal a una mujer por motivo de su identidad de género”, afirma Mar Ortega, coordinadora general de Lambda.
“Desde nuestra asociación deseamos una pronta recuperación a nuestra compañera y amiga, y esperamos que puedan identificar y castigar a los agresores. No puede haber ninguna agresión sin respuesta, e instamos a los poderes públicos a que tomen cartas de forma activa y determinante. Es intolerable que los agresores puedan caminar por la calle sin reparos, mientras las personas LGTB tenemos que medir cada paso que damos porque nos va en ello nuestra integridad física o psicológica, o incluso la vida en algunos casos”, añade Ortega.
