EFE. LA VANGUARDIA.- Cuatro policías australianos ganaron hoy una demanda contra la Policía del estado de Nueva Gales del Sur por haber sido sometidos en 2015 a una investigación por uso de drogas en base a su homosexualidad.
Los agentes, todos ellos de la comisaría de Newtown, en el centro de Sídney, tuvieron que pasar varios controles anti-drogas durante medio año tras una queja presentada por su superior, Simon Hardman, al que acusaron de imponer una «cultura de homofobia» en la comisaría.
Hardman presentó la queja contra los cuatro agentes ante la Policía estatal después de que un quinto agente, también gay y amigo de los demandantes, diera positivo por drogas en un control, y les acusó de conspirar para evitar la detección mediante la depilación del vello corporal.
En ese informe, Hardman señaló que los agentes eran conocidos por su «promiscuidad» y participar en «encuentros sexuales indiscriminados» en los que el consumo de drogas es considerado «fundamental».
En el fallo, el Tribunal Civil de Nueva Gales del Sur determinó que los cuatro policías fueron víctimas «de discriminación ilegal» ya que la queja fue resultado de un «razonamiento, no necesariamente consciente» motivado por su homosexualidad.
La corte concluyó que la Policía debe a los cuatro agentes una disculpa y una indemnización, cuya cuantía se fijará la semana que viene
