La Asociación de Futbolistas Españoles y Movimiento contra la Intolerancia (MCI) insisten nuevamente en la imperiosa necesidad de convocar de manera urgente del plenario de la Comisión Estatal contra la Violencia, el Racismo, la Xenofobia y la Intolerancia en el Deporte y del Observatorio de la Violencia, el Racismo, la Xenofobia y la Intolerancia en el Deporte, como miembros de los mismos. Al no convocarse, tanto AFE como MCI no podemos presentar las medidas y propuestas concretas ante hechos denunciables que se repiten en diferentes estadios del fútbol español.
Ambas instituciones condenan los episodios de delitos de odio sufridos por los futbolistas Lamine Yamal, Rafinha y Ansu Fati en el transcurso del Clasico disputado el pasado sábado. También por lo sucedido en el transcurso del partido Hércules-Atlético de Madrid B, al ser alcanzado por un objeto el futbolista rojiblanco Jano Monserrate cuando su equipo celebraba la consecución de un gol.
David Aganzo, presidente de AFE, volvió a transmitir hace unos días a José Manuel Rodríguez, presidente del Consejo Superior de Deportes (CSD) que es prioritario e imperioso convocar al mencionado observatorio a la vista de los constantes episodios de odio que se producen en diferentes estadios del fútbol nacional.
AFE y MCI entienden que las decisiones que se están adoptando desde diferentes instancias no están teniendo los efectos deseados, pues diferentes episodios de odio continúan produciéndose. Por ello, entendemos necesario que las resoluciones deben ser muchos más severas.
Las dos organizaciones, como ya hicieron hace tiempo, consideran básico aplicar de manera efectiva las medidas previstas en el art.13 de la Ley 19/2007, en especial la instalación de cámaras en los aledaños, tornos y puertas de acceso y el resto de medidas cautelares. Como se puede apreciar, las personas que han cometido este pasado fin de semana estos actos deleznables están perfectamente identificadas.
Tanto AFE como MCI, por último, solicitan la apertura de una investigación expresa para conocer, en el caso del Santiago Bernabéu el pasado sábado, si algún grupo organizado ha tenido acceso a localidades de las zonas en las que se produjeron los hechos.