Ayden Keenan-Olson, de tan solo 14 años, se ha quitado la vida después de que ni las 20 denuncias por acoso de sus compañeros que puso en la escuela pusiesen fin a la situación.
MARCIA SOLANAS. CÁSCARA AMARGA.- El joven británico, que acudía a un colegio de Essex, tenía 14 años cuando el pasado marzo se quitó la vida. Ahora se ha hecho pública una investigación que arroja detalles sobre el sufrimiento al que se vio sometido Ayden y la incapacidad de su entorno para ayudarle.
Según recoge el diario The Telegraph, Ayden había salido del armario ante sus padres en las navidades del año pasado, solo tres meses antes de quitarse la vida. “Nos dijo que era gay y que había conocido a alguien de quien pensaba que estaba enamorado, pero no era recíproco. No nos importa, le queríamos tal como era”, explica su madre, Shy Keenan. “Después de navidad era un niño diferente, al haber dicho públicamente que era homosexual.”
La madre del joven trabaja en campañas de prevención del abuso infantil. Como ella misma ha expresado entre lágrimas “mi trabajo es proteger a los niños mientras están conectados a internet, pero no pude salvar a mi propio hijo”.
La investigación ha puesto de manifiesto que Ayden había tenido un intento de suicidio seis meses antes de realizarlo. Además, en su ordenador se han encontrado evidencias de que, durante todo el mes previo a quitarse la vida, había logradoburlar las configuraciones de seguridad y había accedido a páginas con contenido sobre los diversos métodos para suicidarse.
El director de la escuela a la que acudía el joven ha confirmado que Ayden había informado de hasta 20 situaciones de acoso racista y homófobo desde que llegó a la escuela en 2010. La jueza encargada del caso ha confirmado el veredicto de suicidio y ha declarado que su trabajo no es atribuir las culpas, por lo que no se investigará a los acosadores escolares que propiciaron este trágico desenlace.