El Correo.- Los agentes buscaban a los autores de un tiroteo entre bandas senegalesas cuando uno de ellos se dio cuenta de que el hombre que acababan de detener era un jugador del Milan.
La cara del policía lo dice todo: cuando un compañero le informa de que el hombre al que está cacheando enérgicamente es Tiémoué Bakayoko, futbolista del AC Milan de nacionalidad francesa y origen marfileño, al agente le cambia la expresión y su rostro deja traslucir su sorpresa y embarazo. Aunque la descripción de uno de los sospechosos que buscaban coincidía con el aspecto de Bakayoko, la identificación de la documentación del centrocampista muestra que se han equivocado, por lo que el policía deja que se marche poniéndole amigablemente una mano en la espalda.
La publicación en las redes sociales de un vídeo que muestra esta escena se ha viralizado en Italia abriendo el debate sobre el supuesto racismo con el que habrían actuado las fuerzas de seguridad. Los hechos tuvieron lugar a las 6 de la mañana del pasado 3 de julio en las calles de Milán, donde la Policía había establecido un puesto de control después de que, horas antes, se produjera un enfrentamiento entre varios jóvenes de origen senegalés y un grupo de norteafricanos que acabó con varios heridos por disparos en las piernas.
El gran revuelo provocado por el video ha obligado a la Policía italiana a dar explicaciones por el cacheo sufrido por Bakayoko mientras que otra agente apuntaba con una pistola a la otra persona que iba en su automóvil. Los agentes consideraron que están fuera de lugar las acusaciones de racismo y, en declaraciones a los medios locales, explicaron que el control se realizó porque el aspecto del futbolista y de su compañero correspondían a la perfección con la descripción de las personas que buscaban por haber participado en la citada pelea.
Amnistía Italia consideró que lo sucedido con el futbolista del AC Milan es un ejemplo de identificaciones por perfil racial, una práctica que consideró «peligrosa» y que en caso de haberse producido con una persona que no era famosa «podría haber tenido consecuencias graves». El alcalde de Milán, Giuseppe Sala, no quiso hacer comentarios y afirmó que debía hablar antes con el comisario jefe de la capital lombarda para informarse de los detalles de lo sucedido.
