Las organizaciones hablan de al menos dos muertos a causa de las torturas y de mujeres y hombres arrestados y retenidos
MARÍA R. SAHUQUILLO. EL PAÍS.- Organizaciones especializadas en derechos LGTBI han alertado este lunes de una nueva oleada represiva contra gais y lesbianas en Chechenia. Los activistas afirman que al menos dos personas han muerto a causa de torturas y otras 40 permanecen detenidas en lo que han definido como otra «purga» de las autoridades de esa república rusa contra la comunidad LGTB. Estas denuncias se producen algo más de un año y medio después de que asociaciones defensoras de los derechos civiles desvelasen brutales torturas, detenciones, asesinatos y desapariciones forzadas de personas homosexuales en Chechenia. Violaciones de derechos humanos que ha investigado y corroborado la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), según un informe de finales de diciembre.
El Gobierno de la república del Cáucaso, mayoritariamente musulmana muy conservadora y liderada por el aliado del Kremlin Ramzán Kadírov, siempre ha negado las acusaciones y ha llegado a decir que eran imposibles porque «no hay» gais en Chechenia. Los responsables chechenos eludieron atender las preguntas de este diario. Alvi Karímov, portavoz del presidente de Chechenia, ha afirmado a la agencia rusa Interfax que las informaciones sobre nuevos arrestos son «mentiras completas y no contienen nada de verdad».
La red rusa LGBT, una organización paraguas que agrupa a las entidades que luchan por los derechos de las personas gais, lesbianas, bisexuales y transexuales que está documentando lo que sucede en Chechenia, explica que esta nueva oleada de ataques se inició con el arresto a finales de diciembre del administrador de un grupo privado de VKontakte (algo así como el Facebook ruso), en el que se reunían online personas gais de Chechenia. Tras este arresto se produjeron al menos otros 40 de personas supuestamente homosexuales y lesbianas.
«Sabemos que al menos dos detenidos han muerto a consecuencias de las torturas. También que son los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley quienes están llevando a cabo las detenciones», asegura Igor Kochetkov, portavoz de la red rusa LGBT. Incide en que, según las informaciones recabadas por sus contactos en Chechenia, al menos dos personas han muerto por las torturas a las que se les ha sometido durante su detención.
El activista explica que los arrestos y la persecución de personas por ser homosexuales (reales o no) no han cesado en Chechenia desde que se denunció la anterior purga, aunque hasta diciembre se producían más escaladas en el tiempo y en grupos no tan numerosos. «Ahora se han reanudado las detenciones generalizadas, la tortura y los asesinatos», afirma Kochetkov, que explica que, según sus informaciones, los arrestados están en un centro de detención de Argún, al norte de la capital regional, Grozni. El activista alerta, además, de que los «controles» de las autoridades se han agudizado y las organizaciones como la suya, que también son foco de la represión, están teniendo serios problemas para ayudar a las personas gais y lesbianas a abandonar Chechenia. Desde 2017, esta organización ha ayudado a salir a unas 130 personas, primero a ciudades como Moscú o San Petersburgo y después a otros países. De ellas, solo 18 permanecen en Rusia, un país considerado muy homófobo por las organizaciones LGTB.
La OSCE, que ha realizado una investigación a fondo tras las denuncias de violaciones de los derechos humanos en Chechenia, define a situación como «muy grave». Habla de «clima de impunidad e intimidación» y ha exigido a Rusia –ya que Chechenia es una de las repúblicas de la Federación Rusa– que investigue lo que ocurrido y que se asegure que las autoridades chechenas «cumplan plenamente» con la legislación nacional del país y con las obligaciones internacionales de derechos humanos. La OSCE, en su informe hecho público el 20 de diciembre, habla de ataques a lesbianas, gais, bisexuales y transexuales y también a defensores de derechos humanos, abogados, medios de comunicación independientes y organizaciones de la sociedad civil.
Inacción de Rusia
En abril de 2017, la periodista rusa Elena Milashina desveló en el diario Novaya Gazeta decenas de detenciones y torturas de gais y lesbianas en Chechenia. Poco después, organizaciones internacionales de derechos humanos empezaron a hacer públicos casos de la persecución y la purga. Y una de las personas que escapó a la supuesta represión, Maxim Lapunov, originario de Siberia, denunció el caso ante los tribunales rusos y relató que había sido arrestado en plena calle, en Grozni, sometido a todo tipo de vejaciones y torturas. La justicia rusa afirmó que no había evidencias sobre lo ocurrido y pese a que la defensora de los derechos humanos de Rusia, Tatiana Moskalkova, entregó a los investigadores datos sobre represiones y el presidente ruso prometió investigar y seguir muy de cerca los casos, las autoridades rusas no han tomado ninguna iniciativa contra las autoridades chechenas.
«No se puede detener y oprimir a quienes no existen en la república», dijo el portavoz del presidente de Chechenia, Alvi Karímov, a la agencia de noticias rusa Interfax en abril de 2017. «Si esas personas existieran en Chechenia, la policía no tendría que preocuparse por ellos, ya que sus propios familiares los habrían enviado a donde nunca podrían regresar», remarcó.
El politólogo e investigador sobre temas LGBT Dmiti Tolkachiov explica que la represión de los gais y las lesbianas en Chechenia es brutal. «Las autoridades tratan de buscar otro elemento para que no se puedan o no sea fácil relacionar los arrestos con el elemento sexual, como drogas, intención de soborno o incluso supuesto extremismo», explica. Afirma que además, en una sociedad donde ser gay, lesbiana o transexual es un enorme tabú muchas veces son las propias familias, como insinuaba el portavoz del presidente checheno, las represoras.