Toni Coll Moll estuvo cinco días de baja tras ser pateado en el suelo por dos desconocidos
ANDREU MANRESA. EL PAÍS.- La denuncia por una agresión supuestamente homófoba a Toni Coll Moll, un cantante que trabaja en hoteles de Mallorca como animador, ha causado un gran revuelo en la sociedad civil de Inca y ha terminado entrando en el Parlamento Balear, en el que un diputado de Més intentó sacar los colores al PP, y al ya expresidente balear José Ramón Buzá, recordándole supuestas vejaciones e injurias también de carácter homófobo cometidas por un diputado de sus filas en 2014.
Toni Coll Moll es Kevin, un cantante de Ciutadella de Menorca que denunció ante la Guardia Civil haber sido víctima de una agresión homófoba, en Inca, Mallorca, en la madrugada del pasado domingo, día 27 de junio. Los supuestos agresores todavía no han sido identificados, ni detenidos, según aseguran este jueves desde el instituto armado.
Kevin, que se gana la vida como animador en hoteles de Mallorca, ha estado cinco días de baja. Según su denuncia sufrió agresiones y golpes en los brazos y un hombro. Fue insultado, lanzado al suelo y pateado. Este jueves ha ido a declarar de nuevo en el cuartelillo del Instituto Armado para documentar su denuncia.
El agredido se ha reunido con el nuevo alcalde de Inca, el socialista Virgilio Moreno, para solicitar que en la ciudad se respeten los derechos individuales, la diversidad sexual y las opciones personales y que, en especial, los mediadores culturales actúen ante los colectivos diferentes. La víctima y el colectivo LGTBI Ben Amics creen que los dos autores de la agresión son inmigrantes magrebíes.
Según su relato, los agresores le abordaron sobre las 2.30 de la madrugada, en el centro de la ciudad. Le insultaron por su condición sexual, le empujaron y tumbaron al suelo y le dieron patadas. Al ver que uno de los violentos iba a usar una barra metálica, se cubrió la cabeza con los brazos y rodó por el asfalto. Pudo levantarse y salió corriendo hasta una plaza donde unos jóvenes llamaron a la policía.
Kevin acompañó el mismo domingo a la Guardia Civil al mismo lugar para tratar de identificar a sus agresores, pero solo pudo señalar a uno de los supuestos violentos. En el centro médico sufrió un ataque de ansiedad y le sobrevino una arritmia. Estuvo cuatro horas en observación.
Este jueves por la tarde, los colectivos de movimientos alternativos y solidarios, LGTB, y las fuerzas de la izquierda local que gobiernan en Inca han convocado un acto de protesta y solidaridad con Kevin. La convocatoria es a las 19,30, en la plaza de España, ante el Ayuntamiento.
La agresión a Kevin también figura el Diario de Sesiones de la cámara de Baleares porque fue expuesta de manera muy crítica, en el pleno por el diputado de Més, Nel Martí: “Un ciudadano fue agredido violentamente por un grupo de agresores homófobos. Un presidente como debe ser, un Gobierno que nos merecemos y un partido adecuado, [por José Ramón Bauzá, ya expresidente balear, del PP] se habría pronunciado de forma clara y contundente contra la violencia”, lamentó Martí el miércoles. El alegato político solidario sucedió en el debate de investidura de la socialista Francina Armengol –que es de Inca- como nueva presidenta y en el último acto de Bauzá aún como presidente, que no se dio por aludido.
Denuncia a un diputado del PP
Nel Martí clamó por “un presidente que actúe firmemente contra la violencia, en el que la víctima sea mujer, hombre, blanco, negro o rosa”. El parlamentario de Més per Menorca habla ante el espejo, reconoce, porque denunció, en 2014, a otro diputado Antoni Camps, del PP —de Ciutadella de Menorca, como él y Kevin, precisamente— por supuestas vejaciones e injurias de carácter homófobo. Camps está imputado por ello, fue incluido en las listas del PP, volvió a ser elegido, juró sobre la Biblia y fue designado portavoz adjunto, pero renunció ante el escándalo levantado en las redes y en su mismo partido.
En Inca sucedió “un delito de odio”, sostiene el portavoz de Ben Amics, Jan Gómez. “No podemos permitir que una agresión quede impune. Una agresión no afecta únicamente a una persona sino que es una amenaza para todo el colectivo”.
