EUROPA PRESS.- Movimiento contra la Intolerancia ha mostrado este martes la «gran preocupación» de los vecinos de Legazpi y Arganzuela debido al «considerable aumento» de las agresiones xenófobas en la zona, a la que se suma el ataque a un joven latinoamericano al que un grupo neonazi le marcó ayer en el brazo un 88 con una navaja.
La agresión al joven peruano de 20 años se produjo este lunes cuando un grupo de 8 neonazis, uno de los cuales vestía una camiseta del ‘Hogar Social’ de Chamberí, le acorralaron y le inmovilizaron en una parada de autobús y procedieron a marcarle con una navaja el número 88 — el saludo nazi Heil Hitler — en el brazo derecho.
El presidente del Movimiento contra la Intolerancia, Esteban Ibarra, ha asegurado en declaraciones a Europa Press que «poco antes» de la agresión el grupo neonazi se encontraba en un centro comercial solicitando alimentos para el ‘Hogar Social’ de Chamberí, en el que «únicamente ofrecen ayuda a españoles desfavorecidos».
En este sentido, Ibarra ha manifestado que «se trata de grupos organizados que deben ser investigados por la Policía, tanto por organización ilícita como por una clara incitación a la xenofobia». Así, Movimiento contra la Intolerancia hace «un llamamiento» a la fiscalía de delitos de odio, quien «debería intervenir de inmediato».
Por su parte, fuentes de la Jefatura Superior de la Policía de Madrid han confirmado a Europa Press la denuncia que interpuso este lunes por agresión el joven en la comisaría de Arganzuela. Así, han asegurado que el caso está siendo investigado y que se están tomando declaraciones.
Esta última agresión neonazi se une a otras dos del mismo carácter. La primera, producida el 16 de mayo contra dos jóvenes en Renfe de Delicias provocándoles diversas heridas y contusiones en la cara, mientras que otro de los ataques tuvo lugar el 16 de junio en el Centro Social La Traba.
El joven agredido ha escrito una carta en la que relata lo sucedido y en la que ha declarado que nunca había experimentado que un grupo de personas se creyese con el derecho de vejarle «solo por el hecho de no ser de su mismo color de piel». Sin embargo, ha asegurado que este hecho no le quitará «las ganas de seguir luchando».