Pegida reúne neonazis en Berlín y la PxC en Dresde

, | 12 enero, 2015

La ultraderecha instrumentaliza los atentados en Francia contra ‘Charlie Hebdo’ para atacar a la comunidad musulmana

hernandoordonezpegidaROGER SUSO. LA DIRECTA.- Bajo una bandera de Alemania y una bandera, aunque más grande, de la cruz nórdica alemana -un símbolo empleado por la ultradreta-, una mujer de unos cincuenta años hace el saludo fascista ante la Puerta de Brandeburgo de Berlín. Suena sin cesar el lema anticomunista de la revuelta de 1989: «Nosotros somos el pueblo». Cae llovizna.

La composición de las participantes en la marcha de Bärgida, el nombre que recibe el movimiento islamófobo de Pegida en Berlín es curiosa y diversa. Como la de la sociedad a la que dicen defender. Unos jóvenes bien vestidos, con la ropa deportiva típica de las tiendas de moda, llaman unas consignas contra el islam. Una pareja de ancianos del antiguo Este, comenta a la prensa que no cobran una pensión digna para que «su dinero» van a parar «a manos de los turcos vagos que se aprovechan del sistema social alemán», al lado, un otro hombre mayor, con una pancarta de cartón con el eslogan: «Nosotros estimamos Putin». Un hombre de unos 40 años, solitario y abrigado, lleva en la solapa un pin de Alternativa por Alemania (AFD), el partido populista y euroescéptico, y anda dando vueltas a las 500 personas reunidas. Más allá, otro hombre solitario, sostiene un cartel que se puede leer: «Prohibición de los kebabs ya!», En una clara alegoría racista.

También ha habido quien se ha dedicado a instrumentalizar el atentado mortal en la redacción de la revista satírica Charlie Hebdo y el secuestro en el supermercado kosher de París, paseando ante la embajada de Francia, que se encuentra ante la Puerta de Brandeburgo con la bandera de Alemania y pancartas con el lema «Je Suis Charlie» y caricaturas de Mahoma. Cerca de unos policías, dos hombres con pantalones militares, bigote y pelo largo, llaman lemas hitlerianos de 1933: «traidores de la patria» a aquellas personas, miles, que tras la Puerta de Brandeburgo protestan, con mucho ruido, contra Pegida . Un grupo canta el himno alemán y desde unos pocos metros, Sebastian Schmidtke, el joven presidente del partido neonazi NPD en Berlín y vinculado a los grupos de camaradería neonazi militante, lo mira, mientras tuitea, acompañado de la concejala del ‘NPD en la población de Bernau, Aileen Rokohl. La policía antidisturbios por su parte, con presencia masiva encapsula los 500 seguidores de Bärgida / Pegida.

Una delegación del PxC en Dresde

A 195 kilómetros al sur de Berlín, http://espfarmacia.com/cialis/ Dresde, Pegida ha vuelto a reunir a miles de personas «contra la islamización de Occidente» y la «extranjerización de Alemania». Esta vez han sido 25.000 personas -un nuevo record de asistencia- a la manifestación islamófoba, sobre todo por ser la primera tras el atentado islamista y antisemita en París del fin de semana y del rechazo popular a la islamofobia en las manifestaciones francesas y en otras ciudades alemanas. Las consignas contra la comunidad musulmana, las personas migrantes y refugiadas han sido un no parar. Como los cánticos cristianos y las griteríos chovinistas y ultranacionalistas alemanas. Y allí en medio de Dresde y del Carrau de Pegida, dos catalanes: el secretario general del partido ultraderechista Plataforma per Catalunya (PxC) Robert Hernando y el concejal en el ayuntamiento de L’Hospitalet por PxC Daniel Ordoñez, un antiguo jefe -rapat neonazi que en el año 2000 pasearse por Badalona disfrazado con un burka, acompañando a Josep Anglada y ridiculizando las mujeres musulmanas, mientras varios asistentes gritaban «muerte al Islam, muerte al musulmán» en una concentración convocada por PxC en el barrio de San Roque durante el Ramadán.

Terroristas neonazis en Múnich

En Múnich, entre banderas de Baviera, Alemania, el portavoz de AFD Thomas Fügner, el líder de la formación Die Freiheit -una escisión de la CDU islamófoba apoyada por el ultra holandés Geert Wilders- Michael Stürzenberger y hooligans ultraderechistas del El equipo de fútbol TSV 1860 Munich, André Eminger, acusado de colaborar con la guerrilla móvil neonazi NSU, responsable de dos atentados con bomba, de 15 robos a bancos, de un incendio y de una decena de asesinatos cometidos partes de Alemania entre 2000 y 2007. Menos una mujer policía de Heilbronn, el resto de las víctimas eran migrantes que trabajaban en pequeños comercios y muertas con un tiro en la cabeza a plena luz. Ocho tenían ascendencia turca, y uno, griega. Eminger está siendo juzgado desde 2013 en Munich por el caso.

Han acompañado a Eminger, Karl-Heinz Statzberger, militante de grupos de camaradería neonazis en Baviera que fue condenado en el pasado a prisión junto con Martin Wiese por el intento de atentado fallido en 2003 a un centro de la comunidad judía de Munich y por posesión de armas. También estaba Philipp Hasselbach, líder de Die Rechte -una escisión del NPD con representación institucional y guerrillas propios vinculado a la escena neonazi militante.

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