EL DÍA.- El presunto apuñalador de cinco personas en Lleida en septiembre de 2014 ha aceptado hoy una pena de dos años y dos meses de prisión por un delito de lesiones con medio peligroso y la agravante de motivos racistas y xenófobos por acuchillar a otro hombre extranjero en Logroño, en diciembre de 2012.
El Juzgado Penal 2 de Logroño ha celebrado la vista oral por estos hechos, en la que ha habido conformidad tras aceptar la defensa del acusado, Alejandro R.V., un logroñés de 21 años, la rebaja de la pena propuesta por la fiscal, que inicialmente solicitaba tres años y medio de prisión.
En este caso, se ha tenido en cuenta como atenuante la anomalía psíquica del acusado, quien padece un trastorno de la personalidad, que, según el Ministerio Público, «afecta levemente su capacidad volitiva».
En el juicio también se ha condenado a otro chico a un año y nueve meses de cárcel por los mismos hechos, por participar en la misma agresión contra un hombre de nacionalidad colombiana, ocurrida en el parque del Carmen de la capital riojana.
Dos años después, en septiembre de 2014, Alejandro R.V. fue detenido acusado de apuñalar a cinco personas por la calle en Lleida -un pakistaní, una argelina, un sudamericano, un chino y un español-, a las que atacó sin mediar palabra y en poco menos de una hora
Se han estimado como atenuantes la reparación del daño, ya que Alejandro R.V. abonó la responsabilidad civil para la víctima, y el reconocimiento de los hechos, tras acudir a la comisaría en marzo de 2013 para confesar su participación en la agresión y el lugar en el que había escondido la navaja con la que cometió las lesiones.
También se ha tenido en cuenta que hubo abuso de superioridad porque los dos acusados actuaron dentro de un grupo de siete personas, pero solo se logró identificar a ellos dos.
Tras la celebración del juicio, el abogado de Alejandro R.V., Jon Zabala, ha explicado a los periodistas que la acusación particular inicialmente solicitaba cinco años y medio de cárcel, pero, tras el abono de la indemnización por parte de los dos acusados, se retiró del proceso penal.
Zabala ha incidido en que se ha diagnosticado «muy tarde» la patología psiquiátrica que padece su defendido, que «sufre un trastorno paranoide de la personalidad, por lo que, en situaciones de crisis, responde con episodios delirantes».
Según ha insistido, su defendido «no es racista», sino que «siente una agresividad brutal e incontrolada hacia todo lo externo», por lo que es «tan importante que cumpla el tratamiento que está consiguiendo calmar esa agresividad».
Alejandro R.V. ha comenzado en los últimos días un tratamiento psiquiátrico, después de ser trasladado hace una semana a la prisión de Logroño con motivo de la celebración de este juicio. Por ello, el abogado ha pedido que, cuando regrese a la cárcel de Lleida, continúe con la medicación.
