MIAMI DIARIO.- Carolina del Sur es uno de los cinco estados que no tienen leyes que regulen o prohíban específicamente crímenes raciales o «de odio». Carolina del Sur, Arkansas, Wyoming, Georgia y Michigan lo acompañan.
El FBI define un crimen de odio como «una ofensa criminal en contra de una persona o propiedad motivada en su totalidad o parcialmente por un prejuicio en contra de la raza, religión, discapacidad, origen étnico u orientación sexual de la víctima».
La autoridades de Carolina del Sur reportaron 51 incidentes de crímenes de odio en 2013, último año de data disponible. La mayoría de las agencias de aplicación de la ley no están obligadas a reportar los crímenes de odio al FBI, por lo que muchos más delitos pueden estar ocurriendo sin ser declarados.
El último incidente ocurrió la noche de este 18 de junio, cuando nueve personas fueron asesinadas a manos de un joven blancoat. El ataque ocurrió en la Iglesia Africana Metodista Episcopal (AME) Emanuel de la ciudad de Charleston, una de las congregaciones negras más antiguas del país, mientras un grupo de personas participaban en su interior en una lectura de textos sagrados.
La matanza hizo revivir el fantasma del racismo y, de la mano del presidente Barack Obama, el debate sobre el control de las armas.
De acuerdo con la Policía de Charleston, el sospechoso, un joven blanco de 21 años identificado como Dylann Roof, estuvo rezando junto a las víctimas durante una hora antes del tiroteo.
Entre los nueve muertos, ocho de ellos fallecidos en el lugar del suceso y otro en un hospital, está el pastor de la iglesia atacada y senador estatal demócrata Clementa Pinckney.
Oscura realidad
Según el centro de estudios Southern Poverty Law Center, en la zona existen 19 grupos guiados por el odio y el racismo. Reportes indican que entre esos grupos hay dos facciones del Ku Klux Klan y varias organizaciones de «supremacía blanca».
Aunque la policía de Carolina del Sur no ha vinculado a ninguno de estos grupos con la matanza más reciente, de la que es sospechoso un hombre blanco. Sin embargo, las autoridades han señalado que este múltiple asesinato, en el que han muerto seis mujeres y tres hombres, ha sido motivado por el odio.
Cabe recordar que la bandera usada por el gobierno secesionista durante la guerra civil del siglo XIX todavía ondea en el Capitolio estatal.
Entre los grupos racistas con presencia en Carolina de Sur están dos organizaciones locales del League of the South (Liga del Sur), que defiende la secesión de los estados del sur del país y el «fomento de la cultura anglo-céltica».
Según la base de datos de Southern Poverty Law Center, de los 19 grupos de odio racial que operan todavía en ese estado, dos de ellos tienen vinculación con el antiguo KKK, y cuatro pertenecen a organizaciones que esgrimen un «nacionalismo blanco».
Otros seis grupos se autodenominan neoconfederados, en referencia a la división histórica entre el sur y el norte de los Estados Unidos. Dos de ellos pertenecen a la Liga del Sur. En su sitio oficial señalan orgullosos: «Si nos llamas racistas, nuestra respuesta será ‘¿y, qué?'».
Otros tres grupos nombrados por el Suthern Poverty Law Center son declarados neonazis. Otro es de origen afroamericano y se denomina Nation of Islam, e incluso un grupo antigay, y otro contra los inmigrantes.
De hecho, Carolina del Sur aprobó en 2011 la ley SB20, considerada una de la más antiinmigrantes de toda la nación. La ley SB20 de Carolina del Sur se inspiró en la también polémica SB1070 de Arizona. La medida, patrocinada por republicanos, autoriza la revisión de toda persona que se sospeche se encuentre indocumentada y ordena que todos los negocios revisen sus contrataciones a través del polémico programa federal E-Verify.