As.- Comparten la pasión por el fútbol y que en algún momento de sus vidas tuvieron que dejar la práctica del deporte que tanto amaban por sentirse repudiados. ¿Por qué? Por el mero hecho de no ser heterosexuales.
Afortunadamente, se han podido reunir en equipos inclusivos, espacios seguros para personas LGTBIQA+ “y también heterofriendlies, no vamos a ser nosotros quienes discriminemos”, apostillan, que conforman la Queer’s League. Una competición que se desarrolló en L’Hospitalet (Barcelona) el pasado domingo, al cobijo del Día Internacional contra la LGTBIfobia en el fútbol, que se conmemora este miércoles 19 de febrero, la fecha de nacimiento deJustin Fashanu, el primer futbolista de elite que se declaró homosexual.
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“Queremos reivindicar que el fútbol no debe ser un privilegio, recuperando el derecho que todo el mundo tiene a jugar”, se arranca Pere Avilés, miembro de los Dracs de Barcelona, uno de los equipos de esta competición que ha eliminado incluso trofeos y clasificaciones, para alejarse “de una competitividad tóxica”.