El Mundo.- La conflictividad y la inseguridad siguen reinando en la urbanización de lujo del barrio madrileño de Carabanchel okupada por 28 familias. Este pasado domingo por la tarde, una joven de 16 años, vecina de Parla, fue agredida dentro de una de las viviendas usurpadas por su novio de 13 años, de nacionalidad peruana, al que fue a visitar. Agentes de la Policía Municipal y de la Policía Nacional acudieron al lugar tras la llamada de varios testigos que oyeron los gritos de la joven sudamericana. Una ambulancia del Samur se desplazó hasta el lugar para atender a la víctima, que presentaba un dolor en la pierna y varios golpes en la cabeza. Los agentes no pudieron detener al presunto autor de la agresión al tratarse de un chico menor de 14 años y ser, por lo tanto, inimputable.
La agresión machista se produjo delante de otros menores que no evitaron la agresión. El menor de 13 años es conocido por la Policía, ya que ha golpeado en otras ocasiones a otros jóvenes. «Es un matón con esa edad y un chaval intratable y cualquier día la va a liar más gorda aún», señaló uno de los vecinos preocupado por el perfil de alguno de los okupas con los conviven en la urbanización donde entraron 28 familias peruanas el pasado puente de Diciembre.
Este episodio de suma a otros casos de agresiones, amenazas y disputas provocadas por los okupas. Precisamente, este pasado lunes los vecinos legales del inmueble se reunieron con el Delegado del Gobierno en Madrid, Francisco Martín, para transmitirle el problema que padecen tras tener otro encuentro previo con el concejal del distrito de Carabanchel, Carlos Izquierdo.
La Policía Nacional señaló que al menos 19 familias okupas del edificio han presentado denuncias por ser víctimas de una estafa. Delatan que fueron engañadas por una persona que les ofreció los pisos sin estrenar de la urbanización a cambio de unos 2.500 euros. Sin embargo, los vecinos oficiales aseguran que no fueron timados y que la misma persona que les vendió los pisos les aleccionó para que dijeran que habían sido estafadas. Por su parte, la inmobiliaria dueña del edificio Vivenio ha presentado en comisaría denuncia contra estas 28 familias que han entrado de forma ilegal al edificio.
Vivenio ha contratado a la empresa de desokupación Servi-Okupas para tratar de expulsar a los okupas, pero solo dos familias han abandonado los pisos. Entre los residentes legales hay mucho malestar porque el problema no se soluciona y además Vivenio no está ofreciendo ningún tipo de información a los afectados. «No hay un día tranquilo y no se está cumpliendo lo anunciado por Servi-Okupa que auguró que se iban a ir muchas familias okupas», señaló un vecino.
Asimismo, la promotora ha entregado llaves a los vecinos legales para que solo ellos puedan utilizar los ascensores. Antes ya había dejado a las casas okupas sin agua caliente y sin calefacción por aerotermia, aunque si disponen de agua fría y electricidad. Fue el pasado domingo 12 de enero cuando abandonaron la zona dos familias okupas entre grito de traidores de los otros usurpadores de viviendas y Serviokupa prometió a lo largo de la semana pasada