El Mundo.- No le sentó bien a un grupo de la banda latina de los Trinitarios que el dueño de una cervecería del bulevar de Peña Gorbea, ubicada desde hace más de 16 años en el corazón del distrito de Puente de Vallecas, les pidiera que no ocupasen su terraza sin apenas consumir. Y mucho menos que, tras presentar una denuncia anónima contra ellos, los pandilleros descubrieran que él era la persona que la había interpuesto.
Así que, tras amenazarle con quemar su terraza el pasado 16 de julio, cumplieron su promesa en la madrugada del 29 de ese mismo mes. Calcinaron sillas y mesas, valoradas en unos 5.000 euros, y también sus dos sombrillas, ocasionándole unos daños de «casi 14.000 euros».
Más tarde le llegaría una carta escrita a mano en la que le amenazaban de muerte. «Por supuesto que tengo miedo, siempre salgo a la calle con navaja. La Policía ya lo sabe, están avisados», explica a este diario el propietario, que al igual que el resto del vecindario evidencia desde hace meses una escalada de inseguridad y tensión en el distrito que no mengua pese a observar «una mayor presencia policial en las calles».
Este empresario no ha sido el único que ha sufrido el acoso de los pandilleros. En el bulevar de Peña Gorbea hay instaladas unas casetas de madera que el Ayuntamiento cede a artesanos para que vendan sus productos. Éstos también han recibido insultos y amenazas, siendo tachados de «chivatos».
«Trapichean con droga día sí y día también, lo vemos todos. Siempre que puedo intento evitar pasar por Peña Gorbea porque la han tomado ellos [los pandilleros]. Y pobre de ti si te les quedas mirando…», explica a este diario Concha, vallecana de toda la vida, que añade: «No entiendo por qué no colocan cámaras en esta zona, nos sentiríamos más seguros. Las hay en la avenida del Monte Igueldo, que está un poco más arriba, pero no aquí».
Fue la llegada y el asentamiento de los Ñetas, banda rival de los Trinitarios, la que ha agitado este barrio desde mediados de julio. La escalada de violencia, que incluso derivó en cuatro días seguidos con incidentes, apuñalamientos incluidos, ha sido fruto del intento de los Trinitarios por recuperar su territorio, de ahí las pintadas con espray verde (su color) por las paredes de este distrito.
Uno de los últimos sucesos que ha tenido lugar en Peña Gorbea ocurrió hace un par de semanas. Una reyerta con machetes y armas blancas desembocó en una cruenta agresión a un joven ecuatoriano de 32 años, que acabó con el dedo meñique semiamputado y dos cortes en la espalda. Dos varones hondureños, de 18 y 21 años, resultaron detenidos, pero la gran mayoría de participantes en la riña consiguió darse a la fuga.
«Se pegan navaja en mano. Da pavor imaginar que te pueda pillar cerca. Tenemos un grupo de WhatsApp entre algunos vecinos y no hay semana en la que alguien no suba un vídeo o fotografía donde se ve alguna trifulca o cómo estos jóvenes salen corriendo persiguiendo a otros», expone otro vallecano que prefiere mantenerse en el anonimato.
Además, desde este pasado marzo, la Junta de Distrito de Puente de Vallecas, en colaboración con Policía Municipal, ha logrado clausurar ocho locales de ocio nocturno problemáticos que imposibilitaban el descanso de sus residentes más cercanos: niveles sonoros muy elevados, clientela borracha que armaba jaleo en las inmediaciones, constantes riñas… Aunque, a estos ocho, pronto se les podrían unir nuevos establecimientos que operan al margen de la ley.