20 Minutos.- La consellera de Educación y FP de la Generalitat, Esther Niubó, ha presentado este miércoles en el Institut Teresa Pàmies de Barcelona una campaña para «detectar las señales» de que se está produciendo una situación de acoso escolar y concienciar a la comunidad educativa sobre la importancia de que esté atenta.
Esta acción del Govern se ha puesto en marcha en un momento en que los datos de la Unitat d’Atenció a l’Alumnat en situació de Violència (USAV) -hasta el curso 2023-2024- y del Registre de Violències contra l’Alumnat (REVA) -curso 2024-2025- muestran que se han atendido 2.206 casos tipificados como de presunto bullying desde medios del curso 2020-2021, cuando se puso en marcha la USAV. Descontando este primer curso, que no se cubrió entero, el número de casos atendidos ha aumentado un 200% en tres cursos (del 2021-2022 al 2023-2024).
Desde Educació indican, sin embargo, que el motivo del incremento «no es necesariamente un crecimiento de la violencia en los centros», sino el hecho de que hay una mayor sensibilización sobre el acoso y de que se han puesto en marcha la USAV y el REVA.
Niubó ha asegurado que el Govern está “comprometido en avanzar hacia un sistema educativo libre de acoso». «Garantizar el bienestar de los alumnos es una prioridad ineludible, puesto que solo así podremos conseguir un entorno pacífico que garantice su crecimiento formativo y personal», ha continuado. También ha llamado a «erradicar» la «lacra» del bullying con «la detección temprana», que ha considerado «clave”.
La campaña tiene como lema ‘Busca las señales. Para el acoso’, ha tenido un coste de 700.000 euros, está dirigida tanto a los estudiantes como a las familias y se comenzará a difundir desde este mismo miércoles.
Incluye un spot para la televisión y las redes sociales que se centra en dos alumnos a quienes el acoso “acompaña todo el día”. No pueden dejar de visualizar los insultos y las vejaciones que reciben en objetos cotidianos como una botella de leche, una parada de bus o el despertador. Se quiere representar, así, la carga psicológica que supone el bullying para sus víctimas. También se han colgado carteles en la vía pública, que se repartirán en todos los centros educativos catalanes.
Una de las protagonistas de los anuncios, Ariadna, ha afirmado en el acto que ella también ha sido víctima de acoso escolar y, tras explicar su experiencia, ha hecho un llamamiento a los profesores a implicarse más ante estas situaciones. «Si ves a un niño sentado solo en las escaleras, no es porque quiera estar solo», ha dicho.
Nueva web
Además de la campaña, para combatir el acoso escolar, la Generalitat ha puesto en marcha la web assetjamentescolar.gencat.cat. Esta incluye ejemplos de señales que pueden indicar que un menor está sufriendo bullying.
En los centros educativos, algunas de ellas son un «cambio drástico en el rendimiento y la motivación académica», la «desaparición o rotura de sus pertenencias personales», la «exclusión por parte del grupo» o «marcas físicas o autolesiones».
La web también apunta a señales que se pueden detectar en los hogares, como por ejemplo, «problemas psicosomáticos», «cambios de comportamiento como no querer ir a la escuela ni a otras actividades sociales» o mostrarse «enfadado/ada, depresivo/iva y/o frustrado/ada después de utilizar el ordenador o tras un mensaje o una llamada».
También se informa en esta página de internet sobre los recursos que tiene la comunidad educativa ante el acoso escolar, como la USAV o la REVA.
El acto de la Generalitat ha finalizado con una mesa redonda en la que la educadora social Lídia Casanovas ha insistido en que hay que concienciar sobre que todas las personas pueden ocupar el rol de acosador. También ha dicho que las situaciones de bullying deben tener consecuencias y no quedar impunes.