El Plural.- El futbolista del Real Betis Borja Iglesias, que esta temporada ha estado cedido en el Bayer Leverkusen, equipo campeón de la Liga Alemana entrenado por Xabi Alonso, ha protagonizado un gesto que sirve como ejemplo de lucha contra la homofobia, eliminando unas pegatinas de carácter LGTBIfobo de las inmediaciones del Benito Villamarín.
En realidad, la acción tuvo lugar hace dos años, pero la conversación que lo ha demostrado ha sido publicada ahora. En concreto, ha sido el usuario de X (antes Twitter) @marjimale, el que ha revelado un chat de 2022 con el futbolista. Por aquel entonces, este internauta pidió al Betis «cuidar los entornos» del estadio y quitar pegatinas discriminatorias como las que se pueden ver en el post, que tachan la bandera LGTBI. @marjimale insistió durante largo tiempo, pero sus peticiones no tuvieron respuesta alguna hasta que contactó con Borja Iglesias, conocidamente comprometido con los derechos sociales.
«Durante un año le solicité al Betis eliminar las pegatinas homófobas que había por el campo. Inacción absoluta. Contacté con Borja Iglesias y a los pocos días desaparecieron. Qué importante es tener a gente implicada cerca del colectivo», escribió, adjuntando la captura del chat con el ‘Panda’.
«Muchísimas gracias, tío. Lo paso y si no, voy a quitarlas yo mismo», le respondió Iglesias. Según el testimonio del tuit, las pegatinas se esfumaron poco después.
Borja Iglesias, «lo que necesita el fútbol»
El delantero del Betis nació en Santiago de Compostela el 17 de enero de 1993. Desde el norte de España se inició en el fútbol en las inferiores del equipo local, el CD Conxo. Rápidamente se destacó y, en 2007, pasó a la cantera del Valencia CF, compitiendo por tres temporadas en la Ciudad del Turia. Tras ello, en 2010, le fichó la cantera del Villarreal, y jugó para el Club Deportivo Roda, satélite de los castellonenses. El 9 de julio de 2013 fichó por el filial del Celta de Vigo, como apuesta de futuro del club gallego, y el 3 de enero de 2015 debutó en el primer equipo del Celta en la Primera División.
Fuera de lo estrictamente deportivo, en lo cual Iglesias ha tenido una muy buena carrera, es un ejemplo de los grandes valores que ha de representar un futbolista y una persona comprometida con la igualdad. Un dato curioso es que juega con algunas de las uñas de sus manos pintadas de negro, en un gesto en rechazo a la homofobia y al racismo. El bético explicó en una ocasión que llevar ese color en las manos es una buena forma de luchar contra las discriminaciones que imperan en el fútbol y en la sociedad. Al ser preguntado en Twitter el motivo de hacerlo, Borja Iglesias contestó: «Te lo explico yo, que no hay problema. Es una forma de concienciarme y luchar desde mi posición contra el racismo, pero creo que también me viene bien contra la homofobia. Además, tengo que admitirte que me gustan». En definitiva, Borja Iglesias, es un deportista con compromiso y valores que ha demostrado su valor y valentía en numerosas ocasiones.