El Debate.- El Parlamento Europeo ha aprobado este viernes la nueva directiva de víctimas del terrorismo que incluye un artículo introducido por el eurodiputado del Partido Popular, Javier Zarzalejos, que exige a los Estados miembros que prohíban los homenajes a terroristas dentro de la Unión Europea y, por lo tanto, los homenajes a etarras que se desarrollan en España.
Esta exigencia afecta de lleno a España ya que solo durante 2023, el Colectivo de Víctimas del Terrorismo, Covite, registró hasta 466 actos de homenaje a los terroristas de ETA, principalmente en el País Vasco y Navarra, aunque también se registraron algunos en el País Vasco francés.
Una vez que los presos de ETA renunciaron a los ‘ongi etorris’, la izquierda abertzale ha pasado a promover homenajes a etarras muertos, muchos de ellos víctimas de sus propias bombas sanguinarias.
Sin ir más lejos, el pasado 1 de marzo, el Congreso de los Diputados, gracias al voto de los socialistas y sus socios, rechazó una moción del diputado de UPN, Alberto Catalán, para prohibir estos actos de enaltecimiento terrorista. El ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska alegó que, si daban su voto favorable, podría dar a entender que desde el Ejecutivo no se condenan este tipo de homenajes, por lo que la moción se quedó sin ser aprobada.
Zarzalejos ha destacado la importancia de que el Parlamento Europeo plasme por primera vez en un texto legislativo la necesidad de impedir la glorificación de l os delitos de terrorismo y rendir homenaje a terroristas una demanda histórica del PP.
El artículo establece que «con el fin de proteger la dignidad de las víctimas y de los familiares, consagrada en la Carta de los Derechos Fundamentales, los Estados miembros adoptarán las medidas adecuadas para protegerlos de la victimización secundaria y reiterada, impidiendo el enaltecimiento de un delito específico o rindiendo homenaje a los delincuentes condenados cuando ello suponga la privación de la dignidad de las víctimas»
«El enaltecimiento del terrorismo y la humillación a las víctimas del terrorismo son radicalmente inaceptables y pueden convertirse en un verdadero terrorismo de sustitución legitimador de la violencia», ha señalado.
