El Debate.- La violencia en Francia ha alcanzado cotas nunca vistas antes. Las palizas a dos adolescentes de 14 y 15 años esta semana han conmocionado al país galo, donde se extiende la preocupación por esta «ultraviolencia». Uno de ellos ha muerto como consecuencia de los brutales golpes.
El martes por la tarde, una joven musulmana de tan solo 14 años fue víctima de una brutal paliza a las afueras de un centro de secundaria en Montpellier, en el sur de Francia, que le dejó en coma.
La niña fue agredida por tres adolescentes, también menores, al salir de su escuela. Los jóvenes la pegaron tras llamarla «puta» y criticarla por «maquillarse» y «vestir de europea», según ha denunciado la madre de la víctima.
Por su parte, el joven de 15 años ha fallecido hoy en el hospital donde se encontraba ingresado tras la paliza propinada por varias personas el jueves por la tarde en Viry-Châtillon, a unos 20 kilómetros al sur de París, cuando regresaba a casa tras una clase de música.
«Ayer, en Viry-Châtillon, tuvo lugar otra terrible tragedia (…) Unimos nuestras fuerzas ante este tipo de violencia», escribió este viernes la ministra de Educación Nacional, Nicole Belloubet, en la red social X.
La ministra Belloubet encargó también una investigación administrativa para «sacar todas las consecuencias» de la tragedia. «Tenemos una política muy firme contra el acoso», aseguró la ministra gala, para quien no había que descartar esta hipótesis.
El alcalde de Viry-Châtillon, Jean-Marie Vilain, aseguró que, en el caso del ataque en su localidad, los agresores intentaron «masacrar» a la víctima y alertó de una «ultraviolencia» que se convierte «en algo habitual».
La lucha contra el acoso escolar es una de las prioridades del Gobierno de Emmanuel Macron, que busca además reforzar la «autoridad» en la escuela.
