La Razón.- “Así como los soldados del Estado Islámico no lo olvidaron –¿y cómo van a olvidarlo? – se están vengando contra los cristianos infieles que oprimen a los musulmanes en África. Les demuestran su poder en las aldeas, reuniones e iglesias en Nigeria, el Congo y otros lugares. Se han convertido en un objetivo constante de sus ataques; están decididos para continuar su guerra contra los cristianos y aumentarla aún más. Los cristianos en África sólo han probado algo de venganza, ¡y todavía queda mucho por vengarse! Y sólo han pagado una parte de la larga y pesada cuenta que les espera por lo que han hecho con nuestros hermanos musulmanes allí”.
Queda claro. El Estado Islámico (Isis, Daesh), según este mensaje que uno de sus afiliados ha publicado en una página oficial de la banda yihadista, va a continuar con su genocidio y lo va a hacer con más saña si cabe. Ahora resulta que se trata de una venganza contra una religión que, a diferencia de la Sharia, la interpretación más rigorista del Islam, se ha caracterizado por su tolerancia y convivencia con otras confesiones.
El panfleto publicado, en el que su autor no tiene más remedio que reconocer la derrota que sufrió su “califato” en Siria e Irak, está lleno de megalomanía, fanatismo y odio.
“El Estado Islámico –dice– ha sumergido a los Estados de África Occidental y Central en las llamas de la guerra que se encendieron desde Irak; y los soldados del Califato atacan y se mueven libremente en Nigeria, Níger, Chad y Mali… como si estuvieran en Dayala, Kirkuk y Salahaddin (poblaciones que fueron tomados por el Estado Islámico y que después tuvieron que abandonar tras los avances de la coalición internacional)”.
Subraya que “los medios de comunicación del Estado Islámico no dejan de publicar reportajes y fotografías de los ataques masivos y de las grandes victorias que los muyahidines han logrado, por la Gracia de Allah, en las regiones de Nigeria, Níger, Chad, Mali, Congo, Mozambique y otros. Asaltan ciudades y campamentos, queman cuarteles generales, participan en feroces batallas y provocan ataques contra ejércitos, policías y milicias leales a ellos”.
“A los soldados del Califato en África les decimos: Que Allah ilumine sus rostros, porque habéis sanado los corazones de los muwahidin con vuestras acciones, vuestro castigo a los ejércitos de kuffar (infieles) . Así que continuar con lo que estás haciendo, pedir a Allah firmeza, darle gracias por esta gran bendición; y recuerda que tus pasos de hoy tendrán lugar en esas tierras lejanas que están muy lejanas, y mañana lo veremos pronto”, concluye