MARCA.– World Athetics, la Federación internacional de atletismo, ha publicado los resultados de un estudio realizado durante el Campeonato del Mundo de Budapest, que se disputó en agosto, con el objetivo de identificar las conductas abusivas contra los atletas que se produjeron en internet. La radiografía de este análisis deja varios datos preocupantes, entre ellos, el aumento de los niveles de abuso comparados con la anterior edición mundialista, que fue en Oregon 2022.
Tras analizar 449.209 posts y comentarios en tuiter e Instagram en los 10 días del Mundial, las conclusiones apuntan que la red desde la que más se llevan a cabo estos mensajes abusivos es tuiter, con casi el 90% de los abusos detectados, un aumento relativo del 500% en comparación con 2022.
Además, la mayor parte de estos abusos tienen un componente racista, que representaron más de un tercio del total, un aumento del 14% desde 2022. Y los atletas masculinos se enfrentaron a un aumento de mensajes abusivos (51%), mientras que en el 49% fueron objetivo las mujeres.
«Los atletas no deberían tener que aceptar el abuso como una consecuencia inevitable de estar en estas plataformas de redes sociales», aseguró el director ejecutivo de World Athletics, Jon Ridgeon. «Somos el deporte olímpico número uno y tenemos la responsabilidad de proteger a nuestros atletas, dentro y fuera de la pista. Entonces, al entrar en un año olímpico, con la atención adicional que eso conlleva, buscamos reuniones urgentes con estas plataformas para lograr un mayor nivel de aplicación y protección de nuestros atletas».
Los atletas no deberían tener que aceptar el abuso como una consecuencia inevitable de estar en redes sociales.
Se trata del tercer estudio que realiza World Athletics dentro de un proyecto de investigación que se llevará a cabo durante cuatro años para comprender la dimensión, escala y gravedad del abuso en línea al que se enfrentan los atletas durante los principales eventos deportivos. El siguiente estudio se llevará a cabo durante los Juegos de París.
Al ampliar la cobertura de los atletas, el análisis tras el Mundial de Budapest ha demostrado que, si bien el número de atletas atacados durante una competición puede ser considerable, sólo un grupo de ellos suele constituir la mayoría de los destinatarios del abuso.