20 Minutos.- El fútbol europeo sigue siendo víctima, por desgracia, de la lacra de la violencia entre aficionados en pleno siglo XXI. Un problema que, además, suele reproducirse con más facilidad en encuentros de competiciones continentales hasta el punto de forzar medidas como la que pretendía imponer Francia en el pasado Lens – Sevilla de Champions.
En esta ocasión nos trasladamos a un torneo diferente, la Europa League, que tampoco está exento de episodios violentos entre radicales de distintos equipos como se pudo ver este pasado jueves en Ámsterdam. El Ajax recibía en el Johan Cruyff Arena al AEK de Atenas, pero mucho antes sus ultras —enfrentados ya desde hace años— se citaron entre los canales de la capital neerlandesa para causar todo tipo de disturbios.
El fútbol europeo sigue siendo víctima, por desgracia, de la lacra de la violencia entre aficionados en pleno siglo XXI. Un problema que, además, suele reproducirse con más facilidad en encuentros de competiciones continentales hasta el punto de forzar medidas como la que pretendía imponer Francia en el pasado Lens – Sevilla de Champions.
En esta ocasión nos trasladamos a un torneo diferente, la Europa League, que tampoco está exento de episodios violentos entre radicales de distintos equipos como se pudo ver este pasado jueves en Ámsterdam. El Ajax recibía en el Johan Cruyff Arena al AEK de Atenas, pero mucho antes sus ultras —enfrentados ya desde hace años— se citaron entre los canales de la capital neerlandesa para causar todo tipo de disturbios.
El conflicto violento obligó a la policía local a detener a 147 personas de ambos bandos. Una cifra desorbitada de la que este viernes las autoridades aseguraron que únicamente dos de ellos permanecen retenidos bajo custodia policial, pero curiosamente de la hinchada local. De hecho, hasta 140 de los arrestados en los disturbios originados en el metro son pertenecientes a los grupos de animación del Ajax.
Los otros siete, en su mayoría aficionados griegos, fueron detenidos por diversos delitos. Los ultras del AEK tampoco perdieron el tiempo, y participaron también en sus propios enfrentamientos incluso dentro del estadio. En el coliseo ajacieden, radicales del equipo ateniense provocaron un incidente en el que resultaron heridos tres vigilantes, aunque según la policía, uno de los aficionados pudo ser identificado y detenido.
