OK Diario.- El antisemitismo de muchos musulmanes de Ceuta y Melilla es cada vez más insoportable. Sin embargo, los líderes de las comunidades judías en sendas ciudades autónomas tienen prohibido denunciar una situación que es insostenible. Los ataques, pese a la censura impuesta por el Ministerio de Fernando Grande-Marlaska, están llegando a cotas inimaginables antes del ataque de Hamás a Israel que propició el estallido de la guerra. Los ataques, de momento, no están dejando heridos, pero sí amedrentados.
Varios líderes judíos han explicado a OKDIARIO Andalucía que el lanzamiento de piedras a sus sinagogas y negocios son «constantes», así como que estos ataques se producen, en muchas ocasiones, al grito de «¡Viva Hitler!» o «¡Muerte a los judíos!». Esto sucede, curiosamente, cuando Pedro Sánchez ya ha abierto la puerta a reconocer de manera unilateral el Estado palestino.
Y es que ha habido muchísimos ataques a la comunidad judía ceutí y melillense desde el estallido de la guerra. Sin embargo, desde que se produjo el ataque a una sinagoga en Melilla por parte de unos manifestantes musulmanes, impera la ley del silencio. Tanto es así, que se han producido más ataques a sinagogas y nadie ha dicho absolutamente nada. Una ley del silencio impuesta por el Ministerio de Interior, que ha dado la orden a la Policía Nacional de prohibir a los judíos denunciar los ataques antisemitas perpetrados por musulmanes, tal y como avanza este martes OKDIARIO en exclusiva.
«Recientemente hubo otro ataque a una segunda sinagoga, a la que tiraron piedras», denuncia un líder judío a OKDIARIO Andalucía. Lo peor, explica el mismo líder, es que «muchos de estos ataques son cometidos por jóvenes, y el principal problema es que estos jóvenes terminarán siendo mayores que se han criado con ese odio en el cuerpo. Las consecuencias las vamos a ver dentro de ocho o diez años». El problema principal, denuncia, es lo que le están inculcando a los niños musulmanes.
«La mecha está encendida. No es, ni mucho menos toda la población musulmana, pero sí que es cierto que por política, por dinero o por poder, hay gente a la que le viene bien atacarnos», explican desde la comunidad judía de Melilla. «El problema es que ya no nos vamos a llevar igual entre judíos y musulmanes. Se ha roto la convivencia», lamentan.
Cuestionados estos líderes musulmanes sobre los ataques a comercios y negocios judíos situados en Ceuta y Melilla, cuentan que son «continuos». «El comentario de un niño cuando pasa al lado tuyo y te diga: ‘¡Viva Hitler!’, o que diga: ‘¡Muerte a los judíos!’ es continuo», explican unos judíos melillenses y ceutíes que lamentan que los niños musulmanes estén creciendo con ese odio antisemita.
Peor que esta situación es, incluso, la censura impuesta por la Policía de Fernando Grande-Marlaska a la comunidad judía, a la que prohíbe contar al mundo la situación límite que están viviendo en ciudades en las que los musulmanes son amplia mayoría, como son los casos de las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla.
