La Voz de Galicia.- Tres menores ourensanos tendrán que responder ante el juez por un posible delito de acoso escolar. Los chicos ya han prestado declaración ante la unidad orgánica de la policía judicial (integrada por miembros del Equipo @ y Edite) de la comandancia de la Guardia Civil de Ourense, que los interrogó en calidad de investigados y los acusa de ser los presuntos autores de un delito contra la libertad de las personas, más concretamente en la figura de acoso escolar.
Las pesquisas que acabaron con la identificación de estos tres menores se iniciaron a raíz de la denuncia formulada por los padres de una alumna ourensana que estudia en un centro educativo de la provincia. Los progenitores explicaron que su hija había sufrido varios episodios de acoso verbal, que se la ridiculizaba públicamente y que era víctima de burlas en el transporte escolar. La chica estaría sometida incluso a una campaña de aislamiento. La Guardia Civil informa de que las diligencias han sido remitidas al Juzgado de Instrucción de Ourense y también a la Fiscalía de Menores, pero además aseguran que la situación ha sido comunicada también al colegio para la puesta en marcha del protocolo de acoso escolar.
Desde la Xunta señalan que el asunto está bajo investigación y que «a Consellería colabora en todo o que se nos requira». Aunque matizan que, de momento «as autoridades policiais non se puxeron en contacto» directamente con ese departamento autonómico, recuerdan que desde el año 2015 está en marcha el protocolo educativo para la prevención, detección y tratamiento de acoso y ciberacoso y que son los pasos que allí se fijan los que se siguen en este tipo de casos. Según ese protocolo, la primera medida que debe tomar la dirección del centro es la puesta en marcha de medidas urgentes para la protección de la víctima, primando siempre su interés sobre cualquier otra consideración. Entre esas medidas urgentes se incluye la vigilancia específica de las personas indicadas, la supervisión y vigilancia de los lugares donde se pueda producir el acoso e incluso tomar medidas cautelares que impidan el contacto entre la supuesta víctima y quienes la acosan. También debe comunicar los hechos a las familias de los alumnos implicados y nombrar una persona responsable de atender y apoyar a la acosada.