El Periódico. Un grupo de ultraderechistas empezó en marzo del 2017 una campaña contra la mezquita que iba a abrirse en la calle de Japó, en el barrio barcelonés de Nou Barris. La campaña se mantuvo y el grupo hostigó a asistentes a la mezquita. La emprendieron con el local y con quienes acudían a él. Hicieron pintadas islamófobas en la persiana de la entrada, que también dañaron, impidiendo que pudiera cerrar bien. Los 14 acusados han sido condenados este jueves por estas acciones a penas de dos años y medio de prisión y de un año de cárcel, más multas, inhabilitación y prohibición de acercarse al centro religioso. Se les atribuye coacciones, un delito de odio por discriminación religiosa y amenazas leves. Antes de la vista, la defensa y la fiscalía llegaron a un acuerdo que para rebajar las penas que inicialmente eran de hasta 10 años de prisión. El Ayuntamiento de Barcelona, que ejerce la acusación popular, se sumó a este pacto. El tribunal de la Audiencia de Barcelona dictó sentencia de conformidad ‘in voce’
Uno a uno, los acusados, entre ellos Albert B., considerado líder de la formación de extrema derecha Democracia Nacional, aceptaron ante el tribunal la comisión del hostigamiento y la modificación realizada por el fiscal, que disminuyó la petición de la pena en base a las atenuantes de reparación del daño (los encausados han pagado parte de la indemnización a la comunidad islámica y a las personas amenazadas) y por las dilaciones indebidas en la tramitación del proceso judicial. Algunos de los investigados se han presentado en la sala de la Audiencia de Barcelona con camisetas con simbología nazi.
La rebaja supone que ninguno de los imputados ingresará en un centro penitenciario. Ni a los que se les ha impuesto dos años y medio de cárcel. El tribunal les ha suspendido la ejecución de la pena con la condición de que no delincan durante un tiempo y realicen un programa de aceptación de la igualdad y que los acusados que tienen pendiente pagar indemnización lo haga. Los magistrados, tal y como solicitó la fiscalía, ha decretado la clausura de los perfiles en las redes sociales de varios de los implicados. Los imputados que no han satisfecho el total de la indemnización a la comunidad islámica deberán hacerlo.
Los acusados colocaron carne y embutidos de cerdo en la entrada de la mezquita para incomodar al colectivo musulmán, arrojaron pintura, amenazaron a algunos asistentes y a manifestantes que apoyaban al centro religioso y llegaron a golpearlos. Además, se mezclaron entre algunos vecinos contrarios a la mezquita para manipularlos y vertieron varias de sus expresiones de odio en mensajes colgados en sus cuentas de las redes sociales.
Algunas de las acciones del grupo consistían en la colocación de adhesivos en la fachada del local en contra de la apertura del centro de culto: ‘Mezquita no, Esta es nuestra tierra y vamos a defenderla’. ‘Seis millones de parados, seis millones a su casa, recuperemos nuestro país’. Entre las pintadas en la entrada emplearon una que incluye las siglas de la rama juvenil de Democracia Nacional: ‘España cristiana, no musulmana-DNJ’. También bloquearon la cerradura del local con cola y silicona. Los hechos fueron denunciados en su día por el vicepresidente de la comunidad islámica de Nou Barris y el imán.