El Debate.- El motivo por el que se dirige directamente al alcalde de Madrid es para conocer de primera mano en qué fase está este asunto
El Colectivo de Víctimas del Terrorismo (COVITE) ha denunciado que hasta en tres ocasiones se ha dirigido al Ayuntamiento de Madrid para conocer el proceso de colocación de placas en memoria de las víctimas del terrorismo en la capital. En cualquiera de los casos, en ningún momento esta entidad ha recibido atención alguna.
La falta de atención y transparencia ha hecho que COVITE haga público su malestar y decepción por el trato recibido. La presidenta de la organización ha escrito una carta al alcalde, José Luis Martínez-Almeida, en el que le pide atención.
«Le volvemos a rogar que responda a esta tercera carta. Estoy muy decepcionada con usted por este trato de desidia total que está demostrando con el Colectivo que presido», reza la misiva.
Los tres escritos recogen el acuerdo que se alcanzó en el Pleno del 28 de mayo de 2014 en el que se acordaba que PP, PSOE, IU y UPyD se comprometían a colocar placas en memoria de todas las víctimas asesinadas por bandas terroristas.
Hasta la fecha hay 17 placas en homenaje a las víctimas que se colocaron durante la legislatura de Manuela Carmena. La directora de COVITE pide que Almeida diga cuantas ha colocado él durante su mandato.
Este es el motivo por el que el Colectivo se dirige directamente al alcalde de Madrid para conocer de primera mano en qué fase está este asunto, al igual que para pedir que se retome y se finalice cuanto antes la colocación de placas pendientes.
EL OBJETIVO DE COVITE
COVITE lleva diez años impulsando la iniciativa ‘Una víctima una placa’ para recordar a las víctimas del terrorismo en los lugares donde fueron asesinadas.
Esta iniciativa pretende garantizar el derecho a la memoria del que en demasiadas ocasiones las víctimas han sido privadas. El Colectivo considera que recordar a las personas que fueron asesinadas por terrorista es una cuestión de justicia y de responsabilidad.
«La desidia institucional ha empujado a que sean las propias victimas las que se vean en la obligación de salvaguardar la memoria de los asesinados».
En este sentido ha ensalzado que «después de muchos años de contienda, cada vez sean más los ayuntamientos que están asumiendo la obligación de recordar a todas las víctimas», afirma la directora de COVITE.
Atentado en Plaza de República Dominicana
El 14 de julio de 1986 se produjo un atentado en la madrileña plaza de la República Dominicana. La banda terrorista ETA preparó con mucha precisión un atentado contra un elenco de jóvenes miembros de la Guardia Civil que cursaban estudios en un Centro de Enseñanzas de Tráfico de la calle Príncipe de Vergara.
Según el relato de hechos probados de la sentencia, el etarra Antonio Troitiño espero el paso del autobús que, con 70 agentes y custodiado por dos todoterreno, se dirigía desde el Centro de Estudios hacia Venta de la Rubia donde los agentes hacían prácticas.
En la plaza ya citada, el rojo de los semáforos se encendió, dejando aislados al autobús y un microbús donde iban los jóvenes agentes. El etarra accionó un botón y las ollas del interior de una furgoneta aparcada y cargada con metralla y con más de treinta kilos de goma estalló, matando de inmediato a cuatro jóvenes agentes, otros cinco fallecieron horas después, a otros tres tampoco les pudieron salvar la vida.
Siete meses después, en un piso de la calle Rio Ulla de Madrid se detuvo a siete etarras entre ellos, los dos que perpetraron el atentado. En el juicio oral celebrado en la Audiencia Nacional, tres años después, la acusación popular definió a los terroristas como «miembros de una banda genocida».