La Razón.- En la noche del pasado 7 de junio, Kevin Agustín Martínez, un albañil de veintidós años, regresaba a su casa después de cumplir su jornada laboral. Lo hacía junto a otro compañero, que acabó de trabajar a la misma hora, pero en la calle fueron interceptados por una multitud de jóvenes, que los empezaron a agredir por pertenecer a lugares distintos, en la localidad argentina de Lincoln, y además, querían pelea. Uno de ellos, un joven de siete años, le asestó una puñalada en el torax que acabó con su vida.
No contento con ello, el agresor amenaza a la familia. «Lo maté a sangre fría y voy a ir a por su familia», dice uno de los mensajes que recibió Macarena, una de las primas del asesinado, según explican medios argentinos. La joven asegura que «su primo regresaba de cenar y fueron agredidos mientras volvían a casa».
«Pertenecer a lugares distintos», la razón por el asesinato de Kevin
«Estas personas vinieron a buscar pelear, le pegaron a Kevin con un ladrillo, y les tiraban con cascotes», detalló Ramírez, sobre cómo fue el ataque de acuerdo a lo que pudieron reconstruir en base a los testimonios de los testigos. Asimismo, según relató el compañero de la víctima, el grupo de jóvenes se dio a la fuga mientras que él llamó inmediatamente a la ambulancia. «No solo que tenía la puñalada letal, sino que además presentaba la sexta costilla quebrada», explicaba el informe médico.
El atacante fue detenido y se encuentra en un instituto de menores. Tenía antecedentes y ya había sido denunciado por «apuñalar a otros vecinos del barrio», según cuentan medios argentinos. «No es la primera vez que lo hace, había apuñalado a otra gente pero no había llegado a matar, hasta ahora», agregó.
La familia de la víctima, por su parte, se encuentra «destrozada», y piden justicia por la muerte del familiar, así como organizar una marcha para que el crimen no quede impune. «No entendemos, es algo de no creer, nos preguntamos todos los días porque tanta maldad», sostuvo la prima de Kevin.