El Español.- La Sección Primera de la Audiencia de Valencia juzga este lunes a un hombre acusado de haber hecho más de 400 pintadas -grafitis- con simbología nazi en las paredes de diversos inmuebles, públicos y privados, de Carcaixent, unos hechos por los que se enfrenta a una petición de condena de tres años.
Los hechos ocurrieron entre los años 2017 y 2019 cuando, según mantiene la acusación pública, el procesado llevó a cabo las pintadas con mensajes del tipo «cerdos comunistas», «putos rojos», «nazis OI» o «skins la Ribera», entre otros.
En la mayoría de los casos se requirió limpiar, reparar y volver a pintar las paredes afectadas. El Ayuntamiento calcula que el daño producido en bienes municipales supera los 7.900 euros.
La Fiscalía añade que, en febrero de 2019, el encausado fue sorprendido por la Policía Local mientras colocaba pegatinas con mensajes similares en señales de tráfico, papeleras y otros bienes del Ayuntamiento.
Por todo ello, la acusación pública solicita para el procesado una pena de tres años de prisión por un delito continuado de daños con la agravante de cometer el delito por motivos racistas, antisemitas u otras clases de discriminación referente a la ideología.
Intento de homicidio
Además de este juicio, el martes en la Sección Cuarta está previsto que se vea el caso de un hombre acusado de intentar matar a una agente de la Policía Nacional cuando estaba detenido.
Los hechos ocurrieron el 14 de abril de 2021 en el calabozo número 11 de la Inspección Central de Guardia de Valencia en la que estaba el procesado.
Según el relato que hace la acusación pública, el hombre atacó de manera súbita a la víctima y se abalanzó sobre ella cuando estaba tapada con una manta, de modo que la mujer no pudo reaccionar ni defenderse.
El detenido le propinó un fuerte puñetazo en la cara que dejó inconsciente a la víctima, lo que aprovechó para seguir golpeándola en la cabeza. El ministerio fiscal sostiene que la agente habría muerto, de no ser por la rápida intervención de su compañero, que también resultó herido.
La víctima sufrió tres fracturas de mandíbula y necesitó una intervención quirúrgica inmediata. También perdió parte de la visión de un ojo.
La acusación pública considera al procesado autor de un delito de asesinato en grado de tentativa, dos delitos de atentado y uno de lesiones por los que pide quince años de prisión.
A partir del miércoles se juzgará también, por el procedimiento del Jurado, a cuatro hombres acusados de matar al vigilante de un campo de cáñamo de Llíria en agosto de 2019, cuando trataban de robar varias plantas.
Por otra parte, el lunes arrancará el juicio a ocho personas que supuestamente formaron una red de empresas para defraudar a la Seguridad Social con la obtención de prestaciones por desempleo, incapacidad, invalidez o maternidad.
La Fiscalía mantiene que los procesados, todos de nacionalidad armenia, configuraron el entramado empresarial para dar de alta a trabajadores, generalmente compatriotas, que en realidad no llegaron a trabajar en dichas empresas o bien les faltaba un tiempo de cotización para acceder a las prestaciones y, a cambio de dinero, simulaban la contratación para conseguir esta prestación.