EFE/La Vanguardia.- La sociedad civil tunecina denunció este lunes el discurso de odio de las autoridades contra la comunidad migrante después de que un joven muriese apuñalado la pasada semana y otras cinco personas resultasen heridas en un ataque colectivo en Sfax (centro-este), segunda ciudad en importancia.
La víctima, originaria de Benin y de 30 años, se encontraba la noche del pasado lunes en una vivienda situada en un popular barrio de esta ciudad junto a otras 19 personas de diferentes nacionalidades del África subsahariana cuando siete individuos, uno de ellos menor, irrumpieron en el domicilio armados de cuchillos y machetes.
Los heridos fueron trasladados al hospital y se encuentran fuera de peligro, aseguraron las autoridades.
«El discurso de odio y la intimidación contra los migrantes difundidos en las redes sociales contribuyen a la movilización contra los grupos más vulnerables y alimentan comportamientos violentos contra ellos», denunciaron una veintena de organizaciones en un comunicado común, firmado por la Liga Tunecina por los Derechos Humanos entre otros.
Asimismo condenaron el clima de impunidad y la normalización de la violencia, del que responsabilizaron al presidente tunecino Kais Said- que se arrogó plenos poderes en julio de 2021 – después de que acusase a los migrantes de formar parte de un complot para cambiar la identidad «arabo-musulmana» del país.
Desde entonces cientos de migrantes, en su mayoría de Costa de Marfil y Guinea, han solicitado el retorno voluntario a sus respectivos países tras haber perdido sus trabajos- a menudo informales- y, en algunos casos, haber sido expulsados de sus viviendas por los propietarios.
Cerca de 200 ONGs y activistas han pedido al Ejecutivo su regularización general ante una ola de detenciones y agresiones contra esta comunidad.
Túnez se ha convertido en un destino de tránsito para miles de migrantes que se embarcan en el Mediterráneo central- la ruta más mortífera- y, junto a Libia, son uno de los principales puntos de partida.
En el primer trimestre del año cerca de 27.000 personas migrantes llegaron a las costas de Italia, cuatro veces más que durante el mismo periodo del año pasado, de las cuales la mayoría partieron desde Túnez, que se encuentra a apenas 150 kilómetros de distancia.
