Europa Press.- El ministro de exteriores de México, Marcelo Ebrard Casaubon, ha calificado de «racista» el proyecto de ley estadounidense presentado por el Partido Republicano, que busca criminalizar a mexicanos y a migrantes y los culpa por la crisis de fentanilo que sufre EEUU.
«Hay una serie de mentiras que dicen, por ejemplo, que los migrantes son los que traen el fentanilo, lo cual es falso, ya que los migrantes no llevan fentanilo ni lo consumen, solo el 0,002 por ciento de migrantes ha sido detenidos en Estados Unidos con fentanilo, en comparación con el 86 por ciento de ciudadanos norteamericanos detenidos en la frontera por posesión de esta droga», ha asegurado Casaubon en un comunicado.
El ministro ha señalado que el líder de la iniciativa, el senador republicano Mario Díaz-Balart, es un «hombre profundamente ignorante», lo ha declarado persona non grata en el país y ha señalado que el Partido Republicano está dirigiendo su campaña política contra «los mexicanos, los migrantes y todos los hispanohablantes» porque «el único cemento hoy de ese partido es el racismo».
El proyecto, que fue aprobado el jueves en la Cámara de los Representantes de EEUU con 219 votos a favor de 435, no será aprobado fácilmente en el Senado, donde una mayoría demócrata se opone a la misma, según el ministro.
La ley permitiría finalizar el muro fronterizo y expulsar hacia México a todas las personas que lleguen a Estados Unidos por la frontera sur, incluidos menores de edad, y sin ningún límite ni tratado con el Gobierno mexicano, además de considerar a los cárteles mexicanos como organizaciones terroristas extranjeras.
Si se llegase a aprobar dicha ley, el ministro ha sostenido que México jamás la aceptaría y que daría lugar a una crisis entre ambos países.
«México es el país, de todos los países del mundo, que más ha contribuido para impedir que lleguen pastillas de fentanilo a los Estados Unidos; eso es un hecho contundente, lo hemos presentado en muchos foros», ha puntualizado Casaubon.
MIGRANTES EN LA FRONTERA MÉXICO-EEUU
La Secretaría de la Defensa Nacional mexicana (Sedena) ha informado de entre 5.500 y 10.000 migrantes en las ciudades fronterizas de Ciudad Juárez, Chihuahua, Matamoros y Tamaulipas, aunque ha calificado la situación de «calma» y de «normalidad».
Casaubon ha informado que unas 500 personas se encuentran en Tijuana con la intención de atravesar la frontera y que en Ciudad Juárez un grupo de 24 han perforado el muro fronterizo, aunque finalmente fueron arrestados por las autoridades estadounidenses, y ha asegurado que la Guardia Nacional mexicana patrulla desarmada, evitando confrontaciones y respetando los Derechos Humanos.
Las autoridades de México ya están dando opciones de trabajo y de refugio a los migrantes en su territorio, y ha pedido a las personas «no dejarse engañar» por traficantes, y el ministro ha insistido en que «es falso que las personas que ingresen a Estados Unidos de forma irregular puedan permanecer en el país», y se ha lamentado que se engañe a las personas y a las familias.
También ha recordado la existencia en EEUU de la aplicación CBP ONE, que sirve para solicitar permisos humanitarios y que ya han sido aceptados más de 100.000 personas de las 360.000 previstas.
El ministro de exteriores mexicano ha compartido un informe del Instituto Nacional de Migración del país (INM) en el que se observa una disminución de los flujos migratorios en los últimos días.