EUROPA PRESS. – El Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR) ha instado a los países de todo el mundo a autorizar la entrada y permanencia de las personas que huyen de al escalada de los combates en Sudán, lo que pasaría también por cancelar las deportaciones de los solicitantes de asilo cuya petición ha sido rechazada.
Naciones Unidas estima que ya han salido de Sudán más de 100.000 personas y estima que la cifra puede ascender a 860.000 por el conflicto desatado a mediados de abril entre el Ejército y las fuerzas paramilitares, principalmente hacia otros puntos cercanos. La directora de protección internacional de ACNUR, Elizabeth Tan, ha agradecido la solidaridad de los países vecinos y ha subrayado que quienes han huido o ya estaban fuera de Sudán «no pueden volver» por el momento.
Requieren por tanto de protección internacional, lo que pasa por garantizar su acceso «sin discriminación» a cualquier territorio, independientemente de que tengan o no documentos acreditativos o de que incluso sean apátridas. En este sentido, ha recordado que puede haber personas que hayan visto su solicitud de asilo rechazada y que ahora sí necesiten asistencia por las «cambiantes circunstancias» en Sudán.
ACNUR ha expresado también su preocupación por la situación de 1,1 millones de refugiados y solicitantes de asilo de otras nacionalidades que vivían antes del conflicto en el país africano, principalmente originarios de Sudán del Sur. «Cualquier refugiado que viaje hacia un tercer país en busca de seguridad debería entrar en los procedimientos de asilo nacionales», ha señalado Tan.
Naciones Unidas ha pedido 445 millones de dólares (alrededor de 403 millones de euros) para dar ayuda humanitaria a la población desplazada por los combates entre el Ejército y las paramilitares Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF).