EFE/La Vanguardia.- Los individuos detenidos en Bélgica este lunes e imputados como sospechosos de terrorismo pretendían atentar contra comisarías de policía y asesinar al alcalde de Amberes y fundador del partido nacionalista flamenco N-VA, Bart De Wever, según informó hoy el periódico local Gazet van Antwerpen.
Los presuntos terroristas habían convertido a De Wever en objetivo a raíz de la prohibición de lucir símbolos religiosos visibles como el velo islámico que deben respetar los trabajadores de la administración pública de Amberes, en el norte del país, según el relato de fuentes anónimas cercanas a la investigación a ese diario.
Las autoridades vigilaban desde hace tiempo a los detenidos, que serían jóvenes extremistas islámicos radicalizados rápidamente, indicaron los periódicos Het Nieuwsblad y De Standaard.
El portavoz de la Fiscalía federal, Eric Van der Sypt, confirmó en declaraciones a los medios locales las presuntas intenciones criminales de los detenidos, pero precisó que «no había un día y una hora establecida para cometer el atentado» contra el líder del nacionalismo flamenco, ya que el plan «no era aún tan concreto».
Ocho personas -tres en Bruselas y cinco en Amberes- fueron detenidos en la noche del pasado lunes en varios registros llevados a cabo por las autoridades belgas por su supuesta preparación de atentados terroristas, siete de los cuales están imputados y permanecen en prisión preventiva.
La investigación de Amberes parte de un servicio de inteligencia extranjero, según Het Nieuwsblad, que informó a las autoridades belgas de las posibles actividades terroristas de un joven de 20 años identificado como Elias EA.
El expediente de Bruselas gira en torno a Adam D., de 19 años, acusado de preparar un crimen e incitar a otros «a la comisión de un delito terrorista», precisó el diario Gazet van Antwerpen.
Las pesquisas llevaron a los investigadores a encontrar vínculos entre ese sospechoso y el belga Karim H., de 23 años, el búlgaro Sergey R., de 20, y el kosovar Sebastian B., de 19 , este último arrestado ya hace dos años por planear un ataque contra una comisaría.
Las autoridades decidieron intervenir al considerar que los presuntos terroristas tenían planes criminales «concretos» y «avanzados» y que intentaban conseguir armas para llevarlos a término.
«Intervinimos en cuanto hubo violencia», declaró a la televisión pública flamenca VRT el ministro de Justicia de Bélgica, el liberal Vincent Van Quickenborne, quien se refirió al expediente como «una conspiración que apuntaba a agencias del Gobierno».
En los registros no se encontraron ni armas ni explosivos en posesión de los sospechosos, pero sí en las redadas en Amberes la policía decomisó un arma de fuego desmilitarizada, cuyo cañón estaba inhabilitado, y pistolas de aire comprimido con proyectiles de plástico.
Los investigadores creen que los detenidos intentaban conseguir armas más potentes y la radiotelevisión francófona pública RTBF explicó que ambas investigaciones están relacionadas porque existen vínculos entre los sospechosos.
El nombre de Bart De Wever ya había aparecido vinculado a otra célula terrorista desmantelada en 2015, mientras que en 2021 las autoridades reforzaron la protección del político por supuestas intenciones criminales por parte de los poderosos clanes del narcotráfico que operan en esa ciudad portuaria.