Europa Press.- Kigali subraya que «reconocer el genocidio va de la mano con la responsabilidad de evitar que pase«.
El Gobierno de Ruanda ha alertado de la existencia de «planes» por parte de República Democrática del Congo (RDC) para cometer un genocidio contra la población tutsi en el este del país y ha criticado las «dudas» entre algunos países, tras los combates de los últimos meses en la zona entre el Ejército congoleño y el grupo rebelde Movimiento 23 de Marzo (M23).
«Reconocer el genocidio va de la mano con la responsabilidad de evitar que pase. La razón por la que algunos actores internacionales dudan sobre reconocer que se está planeando un genocidio en RDC es porque acarrea la responsabilidad de intervenir y detenerlo», ha manifestado el ministro de Exteriores ruandés, Vincent Biruta.
«Están esquivando esta responsabilidad, pero seguimos recordándosela», ha apuntado, antes de argumentar que «para evitar la responsabilidad de proteger y detener el genocidio en RDC, los actores internacionales usan un lenguaje ambiguo en sus afirmaciones cuando muestran sus preocupaciones sobre el discurso de odio», según ha recogido el diario ruandés ‘The New Times’.
Así, ha hecho hincapié en que «en lo relativo al genocidio, todo el mundo debería estar preocupado». «Ruanda está muy preocupado», ha aseverado Biruta, que ha apuntado además a una «falta de voluntad política» a la hora de actuar para consolidar los esfuerzos para la paz en la región.
«Por mucho que queramos que la situación sea abordada, RDC tiene ventaja y la responsabilidad y obligación de abordar sus asuntos internos», ha dicho, al tiempo que ha incidido en que Kinshasa «nunca aplicó» los acuerdos firmados desde 2009 para intentar consolidar la paz y la estabilidad en el este del país, incluido el conflicto con el M23.
Por ello, ha argumentado que «es necesario que RDC sea más serio y aplique todos esos acuerdos, incluidos los firmados recientemente en el marco de la Comunidad Africana Oriental (EAC) y la Unión Africana (UA)». «Esos acuerdos contienen todas las soluciones para solucionar el problema, pero no lograremos nada sin voluntad política», ha remachado el ministro de Exteriores ruandés.
El M23 es un grupo rebelde formado principalmente por tutsis congoleños y que opera principalmente en la provincia de Kivu Norte. Tras un conflicto entre 2012 y 2013, RDC y el grupo firmaron en diciembre un acuerdo de paz. En dichos combates, el Ejército de RDC contó con apoyo de tropas de Naciones Unidas.
El grupo lanzó una nueva ofensiva en octubre de 2022, recrudecida a partir de noviembre, lo que ha provocado una crisis diplomática entre RDC y Ruanda por su papel en el conflicto. Expertos de la ONU apuntaron en diciembre a la existencia de «pruebas sustancias» sobre una «intervención directa» del Ejército ruandés en el conflicto.
Igualmente, destacaron una colusión entre el Ejército congoleño y varios grupos armados, incluidas las Fuerzas Democráticas para la Liberación de Ruanda (FDLR) y los mai-mai, para combatir al M23. Kigali ha acusado en numerosas ocasiones a Kinshasa de apoyar a las FDLR, un grupo armado rebelde fundado e integrado principalmente por hutus responsables del genocidio de 1994 en Ruanda.
