EFE.- Las Cortes de Aragón han celebrado hoy el tradicional acto de homenaje a las víctimas del Holocausto nazi, del que se cumplen 70 años, con el lema elegido por la ONU, «Mantened la memoria viva».
El acto, organizado por el Rolde de Estudios Aragoneses y la Amical de Mathaussen ha comenzado con el encendido de siete velas, por cada uno de los colectivos masacrados por la barbarie nacionalsocialista: judíos, niños, miembros de la resistencia -entre los que están incluidos los republicanos españoles-, gitanos, perseguidos por su identidad sexual o religiosa, discapacitados y aquellos que ayudaron a salvar vidas.
Tras el encendido, miembros de la Asociación Sefarad han leído en hebreo y castellano un «karish», una plegaria judía en homenaje a los muertos, a lo que ha sucedido el protocolario minuto de silencio en memoria de todas las víctimas del Holocausto.
Como anfitriona, la vicepresidenta de las Cortes, la popular Rosa Plantagenet-Whyte ha manifestado que estos actos suponen una «obligación moral por el bien presente y futuro de nuestra sociedad».
Una obligación en primer lugar para expresar que la sociedad no olvida a las víctimas y, sobre todo, para fomentar el valor «vital» de la tolerancia para acabar con «la violencia y el acoso sobre las personas».
A continuación, Elena César Paños, nieta del deportado aragonés Antonio Paños, superviviente del campo de concentración de Mathaussen, ha recordado a los 6.731 españoles que fueron recluidos en estos centros del horror, de los que 4.237 fueron asesinados.
«No sé si Dios existe, pero estoy convencida de que existe el infierno», ha sostenido, a lo que ha añadido que es necesario mantener la memoria viva para rendir tributo a las víctimas.
De nuevo, miembros de la Asociación Sefarad han recitado versos y han insistido en la necesidad de reforzar los valores morales y éticos para no repetir la historia.
En representación de Secretariado Gitano, Isabel Jiménez ha denunciado que siguen produciéndose expulsiones de este colectivo en la actualidad y que la discriminación que sufren está «anclada en el corazón de la sociedad».
En recuerdo del millón de discapacitados que perecieron en los campos de concentración nazis, la Fundación Rey Ardid ha reproducido un documento sonoro en el que han denunciado que todavía no existe ningún museo que recuerde a estas víctimas y que hoy en día este colectivo continúa enfrentándose a menudo a prejuicios similares.
Mari Luz Moreno, coordinadora de Movimiento Contra la Intolerancia ha recordado la persecución que aún se mantiene sobre los homosexuales, con un asesinado cada dos días, 80 países que aún persiguen a las personas por su condición sexual y ocho que incluso lo castigan con la pena de muerte.
Ha demandado leyes integrales contra estos delitos de odio, así como una mayor formación en los funcionarios y cuerpos y fuerzas de seguridad en este sentido y, en referencia al auge de ciertas fuerzas políticas en Europa que promueven la homofobia o xenofobia ha sentenciado que «la intolerancia nunca podrá ser democrática, aunque la votara toda la población».
Por último, un grupo de alumnos del Instituto de Educación Secundaria Cabañas, de La Almunia de Doña Godina (Zaragoza), han leído testimonios de niños y jóvenes que sobrevivieron la barbarie de los distintos campos de concentración nazis, entre ellos alguno de Anna Frank, conocida internacionalmente por su diario póstumo.