El País/Patricia Peiró.- José Rodríguez Vacas, el mando de la policía municipal que deseó la muerte al presidente del Gobierno, acarrea una larga lista de irregularidades y no esconde su afinidad a Vox
“A ver qué ha hecho Vacas ahora”. Este es el comentario que hacen los policías municipales de Madrid cuando les llega a sus grupos de WhatsApp entre compañeros la última polémica protagonizada por este intendente, hasta este viernes jefe de la Unidad de Servicios Especiales. La semana pasada José Luis Rodríguez Vacas comentó desde su cuenta personal de Facebook un vídeo de exaltación de Vox deseando que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se fuera “de este país o de este mundo”. La unidad que dirigía Vacas se encarga precisamente de los acompañamientos y escolta de autoridades como Sánchez en sus desplazamientos por Madrid. “Con las elecciones tan cerca y tantas polémicas, ya no han podido aguantarle ni una más”, explica una fuente del cuerpo. Es la cuarta irregularidad que protagoniza, con sanciones y expedientes incluidos, en el último año.
El intendente de 45 años ingresó en la Policía Municipal de Madrid en 2015. Hasta ese momento había trabajado en la de Alcalá de Henares y también opositó a la judicatura. Es licenciado en Derecho. En 2017 fue designado para dirigir la unidad de San Blas-Canillejas y cuatro años más tarde le pusieron al mando de la Unidad de Protección Corporativa, que se encarga de coordinar la protección de los concejales y del Ayuntamiento, entre otras funciones. Conforme su papel ha ido siendo más relevante en el cuerpo, sus controversias también han seguido el mismo camino ascendente.
Hasta ahora, ha salido indemne de todas. Al haber ganado su puesto por oposición, no se le puede expulsar del cuerpo de forma sencilla ni rebajar su posición sin que haya un dictamen firme de Asuntos Internos. Esta vez, la dirección general le ha cesado del cargo, pero habrá que reubicarle en otro de la misma categoría. Esto ya sucedió cuando fue sancionado con una semana de empleo y sueldo por ordenar a cuatro agentes a acudir al funeral privado de la madre de un comisario con el uniforme de gala, en febrero de 2022. Entonces fue cuando le recolocaron en su puesto actual, desde el que ha deseado la muerte del que se supone que tiene que proteger.
La concejala del Grupo Mixto Marta Higueras ha denunciado en numerosas ocasiones las irregularidades en el cuerpo municipal de seguridad, y en muchas de ellas el nombre de Vacas estaba incluido. Fue ella la que en septiembre hizo notar que él era uno de los que no cumplía con el requisito de antigüedad exigido para ascender a comisario, a pesar de que figuraba en la lista de agentes que iban a ser promocionados. “Este cese se ha producido porque tenemos unas elecciones a la vuelta de la esquina y este señor no para de poner en evidencia al cuerpo de policia municipal cada vez que tiene ocasión, sus mandos no saben qué noticia nueva se van a encontrar de él al día siguiente”, opina. “Este caso nos obliga a reflexionar qué pasa en la cúpula policial, por qué Vacas se ha sentido con total impunidad para hacer lo que ha hecho”, reflexiona.
Algunos de los agentes que le han tratado y que prefieren no dar su nombre aseguran que es un hombre “inteligente” pero que le pierden “estas torpezas” porque es un “sobrado”. Alguna vez ha manifestado que se había sacado el curso de director de seguridad porque pretendía jubilarse como director de seguridad de unos grandes almacenes. “El problema es que se comporta como un niño de 16 años y hace cosas como estas sin pensar”, afirman estas fuentes. Su ideología no es ningún secreto, en su muro de Facebook todavía se puede leer una publicación en la que se refiere a Podemos como “Potemos” y hace alusión a que es como Marte, “rojo, pero sin vida inteligente”.
Fuentes internas del cuerpo apuntan a que perdió sus apoyos dentro de la institución a raíz del caso del club de intercambio de parejas. En septiembre del año pasado provocó un altercado en un local de la capital cuando le negaron la entrada si no pagaba como cualquier cliente. Esta escena se produjo un fin de semana en el que él estaba al mando como jefe de guardia de la policía municipal y amenazó con hacer una inspección si no le dejaban acceder gratis. Además, las cámaras mostraron que iba acompañado de un opositor a los ascensos internos al que él debía juzgar en las pruebas.
“Si eso lo hubiera hecho cualquier agente, estaría más que sancionado. ¿Qué imagen da del cuerpo? ¿Con qué cara van otros policías a hacer inspecciones de verdad después de eso? Estamos cansados del perjuicio que está provocando”, apunta Jaime Johnson, secretario general del sindicato Unión de Policía Municipal. Por este hecho se le abrió un expediente informativo y está pendiente sobre la mesa de Asuntos Internos aplicar una posible sanción.
El nombre de Vacas estaba tambien presente en la querella que la Asociación de Policía Municipal Unificada presentó en octubre contra la cúpula policial de Madrid por organización criminal, cohecho y tráfico de influencias con motivo de las últimas oposiciones a intendente. Vacas fue también apartado en marzo del Instituto de Formación Integral en Seguridad y Emergencias, donde se forman los agentes municipales de toda la región, tras ser denunciado por varios alumnos por filtrar preguntas de los exámenes. “Después de tantas ha llegado al punto de creerse intocable”, señala Miguel Montejos, concejal de Más Madrid, quien cree que hay que dejar de “hacer politiqueo” con la Policía Municipal porque “volvemos a la gente loca”.
La primera reacción de la delegada de Seguridad y Emergencias del Ayuntamiento de Madrid, Inmaculada Sanz, después de que la Cadena SER publicara la noticia con la última salida de tono de Vacas, fue la de achacar el comentario a una “opinión personal”, aunque aseguró que le parecía “completamente rechazable”. La delegada defendió que no estaba en su mano cesarle. Al final del jueves, la situación se volvió insostenible y a última hora de la tarde la Jefatura de la Policía Municipal de Madrid notificó a Sanz el cese de Rodríguez Vacas como responsable de la Unidad de Servicios Especiales “por pérdida de confianza”. El concejal socialista Ramón Silva defendió que fue “la presión de los grupos municipales y los medios de comunicación” la que llevó a que, “lo que no era posible, sí fuera viable después”. La oposición ha pedido también que se le expulse del cuerpo, algo que no es un trámite sencillo al ser un funcionario que ganó su oposición. El próximo destino de Vacas está aún por decidir. Los grupos de WhatsApp de los agentes están preparados para comentar las novedades.