La Vanguardia.- Dos aficionados del Melbourne Victory no podrán volver a participar en ninguna actividad relacionada con el deporte.
Dos aficionados del Melbourne Victory han sido sancionados de por vida tras los incidentes ocurridos el pasado sábado en el derbi entre el Melbourne City y su vecino Victory. En el partido de la 8ª jornada de la liga profesional de fútbol de Australia, 150 personas saltaron al campo a los 22 minutos de juego cuando el City ganaba por 1-0. Los hechos ocurrieron después de que varios hinchas encendieran 50 bengalas y las lanzaran contra el público.
La invasión de campo dejó cuatro heridos, entre ellos el portero local que fue golpeado con un cubo metálico que le provocó un corte en la mejilla derecha. Glover, el guardameta del Melbourne City, recibió varios puntos de sutura y se sometió a exámenes médicos tras el impacto.
Tras los altercados, tres hombres de entre 18 y 23 años se presentaron de manera voluntaria ante las autoridades policiales de Melbourne, y deberán comparecer ante el tribunal de la ciudad el próximo 27 de febrero. Este lunes fueron acusados de varios cargos vinculados a la alteración del orden público como agresión al portero local, así como de causar desorden violento, lanzar proyectiles con la intención de herir a otros e interrumpir un partido.
Este martes Football Australia, el organismo encargado de la organización del fútbol en el país, ha anunciado a través de su página web, que dos de ellos, de 19 y 23 años, han sido sancionados de por vida y no podrán volver a participar en ninguna actividad relacionada con el deporte en el país, incluso como espectadores. El aficionado de 23 años ha sido declarado culpable por entrar al campo sin autorización y utilizar un objeto (el cubo) con intención dañar a alguien, en este caso al portero.
En un comunicado, el Melbourne City expresó su condena ante lo ocurrido y recalcó que esas acciones «no tienen cabida en el fútbol». El partido, que se celebró en medio de las tensiones después de que se anunciara la venta de los derechos de la gran final de la liga de primera división para que se celebre en la ciudad de Sídney los próximos tres años, fue finalmente suspendido.
