La Vanguardia.- El menor de edad fue detenido y la alcaldesa de Raleigh, conteniendo las lágrimas, suplicó «hacer más para acabar con la violencia armada sin sentido».
Mary-Ann Baldwin, alcaldesa de Raleigh (Carolina del Norte), se vio embargada por la emoción, compungida, luchando contra las lágrimas, en su comparecencia ante la prensa la noche de este jueves. “Hemos de acabar con esta violencia armada sin sentido en Estados Unidos, hemos de hacer algo más”, remarcó.
La alcaldesa pasó por el mal trago de comunicar la muerte de cinco personas, entre estas un policía que estaba fuera de servicio, en una nueva matanza en el país donde estas desgracias son moneda corriente. La historia interminable. Había unos cuantos heridos, uno de ellos era otro agente policial, si bien su vida no corría peligro.
Agentes fuertemente armados de la policía cercaron la zona de Raleigh en la que contuvieron al pistolero hasta que lograron detenerlo VEASEY CONWAY / EFE
También anunció que el presunto pistolero se hallaba cercado, “contenido”, en la zona noroeste de la parte centro de la ciudad, sin que se hubiera producido su detención. Al cabo de pocos minutos, el departamento policía comunicó el arresto en su cuenta de Twitter. “El sospechoso se encuentra bajo custodia”, señaló en su mensaje, sin aportar más detalles sobre el presunto autor.
En el goteo de información característico en estas situaciones, el teniente Jason Borneo, portavoz de la policía, explicó a los periodistas que el detenido es un adolescente menor de edad, por lo que no desveló su identidad. Ni tampoco aventuró hipótesis alguna sobre los motivos. «Es una investigación que está en marcha», replicó. El detenido tiene 15 años, confirmaron los investigadores este viernes, y se encuentra en el hospital en condiciones críticas.
“Este es un día triste y trágico”, remarcó Baldwin la noche del jueves. “Tenemos mucha tarea por delante esta noche, tenemos mucho que llorar”, lamentó.
Poco antes de la seis de la tarde, el departamento de policía de Raleigh explicó que los uniformados estaban respondiendo a una situación de “pistolero activo”, en el barrio de Hendingham, ubicado en una zona de la periferia del ‘downtown’.
El departamento advirtió además a los residentes de ese barrio que permanecieran encerrados, fuera de las calles. Esa área tiene muy cerca el Neuser River Greenway, un sendero urbano muy popular.
El tiroteo provocó agitación y desasosiego en un vecindario que se caracteriza por su calma, de casas unifamiliares y un campo de golf. El tráfico, que por lo general es escaso, se convirtió en un calvario para los que volvían a sus casas tras la jornada laboral.
El gobernador de Carolina del Norte, Roy Cooper tuiteó en ese momento que “agentes estatales y locales están sobre el terreno y trabajan para frenar al pistolero y garantizar la seguridad de los ciudadanos”.
Taylor Burke, residente en la zona del suceso, declaró a la CBS que, poco después de que sus hijos regresaran al hogar del colegio, se empezó a escuchar ruido de helicópteros y observó un gran despliegue de policías. “Los agentes iban con la pistola desenfundada, listos para disparar ”, recordó.
Un testigo, que se identificó como Robert, comentó a la NBC que vio al pistolero vestido de camuflaje y con una escopeta de cañón largo. “Lo he visto pasar justo al lado de mi patio”, afirmó. Otro testigo añadió que llevaba unas botas negras y que pensó que era un adolescente. “Parecía un niño”, dijo a una emisora de radio.
“Todos los que formamos parte de Raleigh nos debemos unir”, concluyó la alcaldesa Baldwin con voz temblorosa y al borde del llanto. “Hemos de dar apoyo a aquellos que han sufrido una pérdida terrible, la pérdida de un ser querido”, apostilló. Como se dice, esto es el pan de cada día en Estados Unidos, y armados hasta los dientes.