El Periódico.- Entre los cinco cargos penales de los que se le ha culpado hay la obstrucción de certificación de los resultados electorales en Estados Unidos así como su «motivación racista y antisemita».
Un juez federal de Estados Unidos ha condenado este jueves a cuatro años de prisión a un simpatizante nazi por irrumpir en el Capitolio el 6 de enero de 2021, alegando que su «motivación racista y antisemita» tuvo como consecuencia su participación en el asalto.
El acusado, Timothy Hale-Cusanelli, de 32 años, trabajaba como guardia de seguridad en una estación naval en Nueva Jersey, cuando se unió a la turba pro-Trump que irrumpió en el Capitolio, según ha informado ‘The New York Times’.
En un juicio celebrado en mayo en el Tribunal Federal de Distrito en Washington, Hale-Cusanelli fue condenado por cinco cargos penales, incluyendo la obstrucción de la certificación de los resultados de las elecciones de 2020.
El acusado ha tratado en todo momento durante la celebración del juicio de restar importancia a su papel en el asalto alegando al jurado que no tenía «ni idea» de que el Congreso se reunía en el Capitolio, algo que el juez calificó de «mentira».
Adorador de Hitler
Por su parte, los fiscales han argumentado que a Hale-Cusanelli, le gustaba vestirse muy a menudo de Adolf Hitler, y que suscribe las ideologías de la supremacía blanca y de los simpatizantes del nazismo, según ha recogido el citado diario. «Hale-Cusanelli es, en el mejor de los casos, extremadamente tolerante con la violencia y la muerte», han descrito los fiscales, asegurando que la actuación del acusado durante el asalto al capitolio no fue activismo, sino «el preámbulo de su guerra civil».
En este sentido, en un memorando de sentencia presentado la semana pasada por el Gobierno de EEUU, se evidencia que Hale-Cusanelli le dijo a su compañero de habitación en la estación naval que se había sentido entusiasmado por el asalto al Capitolio, comparándolo con una «guerra civil«.
Con todo, tras dictar sentencia, el juez encargado del caso detalló que creía que las acciones del pasado de Hale-Cusanelli reflejaban «una profunda hostilidad e insensibilidad» hacia las minorías étnicas y religiosas, lo que, añadió, «tuvo consecuencias significativas, incluyendo el fomento de un reciente aumento de los ataques antisemitas en todo el país».