La Vanguaria/CATALINA GÓMEZ ÁNGEL.- Las autoridades aseguran que la chica, de 22 años, sufrió un ataque al corazón pero el hospital confirmó que ingresó con contusiones en las piernas y la cabeza.
Mahsa Amini había viajado a Teherán desde la región del kurdistán; es una semana con festivo de por medio en Irán y la familia decidió aprovechar el descanso para visitar a algunos parientes.
El miércoles, junto con su hermano Kiarash, salió a dar un paseo. Como le sucede a miles de mujeres iraníes cada día, la joven se topó con una de las tantas redadas que realiza la llamada policía de la moral en las bocas de metro. Las policías -siempre vestidas de negro y protegidas por colegas hombres- determinaron que Mahsa no llevaba el velo correctamente; la arrestaron a pesar de la protesta de su hermano, la subieron a una furgoneta y la trasladaron a la comisaria a recibir un curso de “educación” sobre el correcto uso del hiyab. Dos horas más tarde la joven de 22 años salió de la comisaría en una ambulancia y después de dos días en coma falleció este viernes, según confirmó su familia.
Una comisaría del centro de Teherán
Mahsa Amini fue llevada a un centro de «justificación y educación» donde se explica a las mujeres cómo usar correctamente el hiyab
La policía de Teherán, en un comunicado, aseguró este jueves que Mahsa había sido llevada a un centro de “justificación y educación” pero que repentinamente perdió el conocimiento debido a problemas de corazón. En un vídeo de las cámaras internas de la comisaria publicado este viernes por la televisión iraní, se ve a una mujer, que aseguran es Mahsa, que se acerca a una mujer policía.
El vídeo, que no tiene sonido ambiente, muestra cómo la joven le señala su pierna izquierda, como si estuviera denunciando algo, y después del cruce de palabras se lleva las manos a la cara y se desmaya. Las imágenes también muestran a una joven metida en una ambulancia al tiempo que los locutores de la televisión insistían que había sido un “ataque al corazón”.
Pese a las amenazas de las autoridades
La madre de la joven muerta tras dos días en coma denuncia a la BBC que la policía «asesinó» a su hija
Esta versión abre el interrogante de lo que verdaderamente habría sucedido a la joven en el trayecto a la comisaria. Y es que la versión oficial del estado de salud de Mahsa no concuerda con las declaraciones de la familia, especialmente su madre, que aseguró en una entrevista que su hija era una joven saludable y que se encontraba en perfecto estado antes del arresto. “Ellos asesinaron a mi ángel”, dijo ayer en la BBC Persa cuando confirmaba la noticia.
Pero quien ha dado más detalles ha sido su hermano que, después de ser testigo de la detención de Mahsa, se dirigió a las afueras de la comisaría Vozara, en el corazón de Teherán.
Este centro carcelario provisional es famoso porque allí terminan decenas de mujeres que son detenidas diariamente por no ir vestidas bajo las llamadas “correctas normas del islam”. Kiarash aseguró al portal Iranwire que al llegar a las afueras de la comisaria se encontró con un gran grupo de familias que esperaban a las jóvenes que estaban en el interior.
La mayoría había llegado hasta allí para hacerle llegar a las detenidas prendas “apropiadas”; uno de los requisitos para quedar en libertad es cambiarse de ropa. De repente -contó el hermano- se oyó un bullicio al interior del edificio, las familias se acercaron a la puerta para descubrir qué pasaba y fueron dispersadas con gases.
Momentos más tarde, salió una ambulancia; en un principio la versión oficial fue que una policía había sido herida. Pero las jóvenes que fueron dejadas en libertad minutos después confesaron que la paciente era una de las detenidas, que terminaría por ser Mahsa.
Ya en el hospital se confirmó que la joven tenía contusiones en sus piernas, su ojo derecho estaba amoratado y el oído sangraba -estas imágenes están registradas en fotos y videos-. Desde entonces estaba en estado coma.
Inmediatamente las autoridades desplegaron un operativo de seguridad en el hospital y restringieron el acceso a la joven. La familia fue advertida de no hablar, como sucede en estos casos en Irán. Pero el dolor ha sido más grande que el miedo y han ido contando a diferentes medios lo que sucede. Fueron ellos los primeros en dar la noticia de lo que consideran un “asesinato”. Lo mismo repetían este viernes miles de personas en las redes sociales inundadas con la foto convaleciente de Mahsa.
Aquellos que se atrevieron a llegar hasta el hospital fueron reprimidos por decenas de uniformados desplegados en el sector. “He estado inquieto desde que leí su noticia ayer. Me odio a mí mismo esta vez. Estás durmiendo en una cama en el hospital, pero estás más despierta que nadie y todos estamos en coma”, escribió días atrás el premiado director de cine Asghar Farhadi que concluyó: «Nos hemos dormido contra esta crueldad sin fin. Somos socios en este crimen».
Al Ministerio del Interior
La indignación social ha sido tan grande que ha obligado al presidente Ibrahim Raisi a ordenar una investigación
La indignación social ha sido tan grande en los últimos días que este viernes por la mañana, horas antes de que conocerse el fallecimiento de la joven, el presidente Ibrahim Raisi ordenó al ministro del Interior que investigara este asunto con “urgencia y precisión”.
Para nadie es un secreto en Irán que la represión ha aumentado a pasos agigantados desde la llegada a la presidencia de Raisi. Y la desconfianza cada vez es mayor.
Las redadas de la llamada Gasht-e Ershad, o policía de la moral, han existido desde el comienzo de la Revolución en 1979. Durante estas más de cuatro décadas miles de mujeres han pasado por la comisaría, pero en los últimos meses su presencia se ha hecho mayor, y su violencia también. Las redes están llenas de episodios violentos en las que los integrantes de esta policía protagonizan hechos bochornosos tratando de capturar a mujeres.
Un famoso deportista recibió tres tiros por defender a su mujer. Otras mujeres han sido golpeadas cuando intentan huir. Sólo semanas atrás una joven artista que había sido atacada por una mujer en un bus por llevar mal el velo apareció en la televisión iraní, con la cara palida y demacrada; hablaba de lo importante que era cubrirse bien. Activistas denunciaron que esta era una más de las confesiones publicas forzadas que se han dado en múltiples ocasiones en estas décadas donde las autoridades priorizan la imposición del “uso correcto del velo” y el “buen vestir de la mujer” sobre graves problemas que tiene Irán, incluida la pobreza y el descontento social.