Se conmemora durante el 2008 el 60 Aniversario de la Declaración Universal de Derechos Humanos, un compromiso originado en la Carta de Naciones Unidas que afirma el valor y la dignidad de la persona y sus derechos fundamentales, un código de derechos jurídicamente exigibles que es patrimonio de toda la humanidad, pues toda ella ha contribuido y sigue contribuyendo a su gestación.
Su conquista y avance no ha sido fácil, es expresión de la lucha histórica por la justicia social, desde antes de Espartaco y la rebelión de los esclavos hasta las actuales rebeliones y luchas cotidianas contra la opresión, tiranía y explotación.
No estando exentos pese a su referencia democrática de retrocesos involutivos y de una realidad no alcanzada en muchos lugares de la tierra y para muchos colectivos y personas que aún padecen la violencia, el racismo, la tortura y la intolerancia de todo tipo.