Cadena Ser.- El club ha emitido un comunicado rechazando este comportamiento por parte de algunos aficionados.
El Real Ávila ha sido sancionado por el Juez Único del Comité de Competición con 500 € de multa, debido a los gritos e insultos racistas que se pudieron escuchar en la grada del Estadio Adolfo Suárez, en el partido inaugural de la temporada y que enfrentó a los encarnados al Atlético Astorga.
En el minuto 77 de partido, el jugador visitante Madou, vió la segunda cartulina amarilla, siendo expulsado. En ese momento, varios espectadores insultaron al futbolista, de raza negra, al que dirigieron gritos racistas.
El árbitro del encuentro se dió cuenta de esta circunstancia y pidió que por megafonía se solicitara a los espectadores que no continuaran con esta actitud. Posteriormente reflejó todo este episodio en el acta.
El Juez Único del Comité de Competición decidía aplicar el artículo 113 del Código Disciplinario que habla de ‘Menosprecio o desconsideración’. Concretamente en su primer párrafo recoge lo siguiente: «Los comportamientos y actos de menosprecio o desconsideración a una persona, o grupo de personas, en relación con su origen racial o étnico, su religión, convicciones, discapacidad, edad, sexo u orientación sexual, así como cualquier otra condición o circunstancia personal o social, son infracciones de carácter grave».
Desde el Real Ávila se ha emitido un comunicado en el que club «quiere mostrar su total condena frente a cualquier acto de racismo, ya sea físico o verbal y con independencia de que estos se dirijan hacia jugadores, cuerpo técnico o aficionados del equipo local y/o visitante. El club tomará las medidas que considere oportunas para evitar estos comportamientos que no representan los valores encarnados.»
Además, algunos jugadores en representación de la plantilla han enviado un mensaje a través de las redes sociales rechazando este tipo de conductas racistas.