El Periódico.- «Los canalones los haremos de carne de niño castellanohablante, como se ha hecho toda la vida»,» Ya tengo la carne de niño castellanoparlante para hacer el canalones». Estos son dos de los tuits redactados por Jordi S. en diciembre del 2021. Para el fiscal podrían ser constitutivos de un delito de odio, pero, según el tuitero, que ha declarado este lunes ante el juez como imputado, los escribió como «burla» o «sarcasmo» ante las declaraciones de determinados políticos españoles del PP contra la escuela catalana y la inmersión lingüística y no iban dirigido contra la familia de Canet de Mar que habían logrado la sentencia para que se imparta en Catalunya el 25% de las clases en castellano.
Un segundo tuitero encausado en el mismo procedimiento se ha acogido a su derecho a no declarar. Con estas dos personas son cuatro las que han comparecido en el juzgado a raíz de una denuncia de la fiscalía. Como es las otras ocasiones, ningún miembro de la acusación pública ha asistido al interrogatorio. Está previsto que el próximo 12 de septiembre declaren los padres del alumno del colegio de Canet de Mar que impulsaron el pleito para que su hijo pudiera tener clases en castellano.
Jordi S. explicó ante el magistrado, asistido por el abogado Francisco González, que sus tuits haciendo referencia a los canalones no pretendían ofender a nadie, sino que era una crítica o «mofa» por las declaraciones de algunos políticos del PP, como Pablo Casado, que días antes de esos tuits aseguró: «¿Se puede tolerar que a un niño de 5 años se le pida apedrear para aislar a un niño en clase? ¿Se puede tolerar que haya profesores con instrucciones para no dejar ir al baño a niños porque hablan en castellano? ¿Se puede tolerar que haya niños que por hablar castellano en el recreo, les metieran piedras en la mochila?».
Contra el discurso de los políticos
El imputado también aludió a otros mensajes lanzados por dirigentes políticos sobre que los alumnos catalanes que quisieran hablar en castellano acabarían llevando un brazalete como en la Alemania nazi . «Los tuits eran una burla sobe un discurso, no sobre ninguna persona», aclararon fuentes de la defensa del encausado. Los mensajes que figuran en la denuncia de la fiscalía, en su opinión, están sacados de contexto. El imputado especificó ante el juez que a raíz del tuit sobre los canalones recibió en la red insultos y amenazas, incluso de dirigente de Vox. A raíz de ese acoso, decidió bloquear su cuenta durante unos días. Estos mensajes fueron borrados por Twitter tras su denuncia.
Jordi S. dejó claro en su interrogatorio que él no tiene ninguna relación con Canet de Mar (vive en Barcelona), ni con la escuela de esta población a la que acude el niño de la familia que logró la sentencia para que se impartieran el 25% de las clases en castellano. «No se me pasó por la cabeza que alguien pensara que quería acosar a una familia y menos a un menor», sostuvo el imputado. Sin embargo, la fiscalía considera que esas publicaciones, el acusado se «mofa del menor catellanohablante, rebajándole y cosificándole como si fuera carne para hacer canalones».