La Razón.- Covite y Fundación Fernando Buesa Blanco continúan con sus denuncias públicas, al igual que otras asociaciones o partidos.
La vuelta a la normalidad en los espacios públicos tras la pandemia llena las calles de gente, especialmente durante las fiestas. Son muchas las localidades que en agosto celebran sus festejos patronales y en pueblos de País Vasco y Navarra sigue siendo motivo de exaltación proetarra. Las víctimas critican la impunidad de la proliferación de estos mensajes y actos, que en algunos casos forman parte del programa de fiestas.
Es el caso de Ibarra (Guipúzcoa). Covite denunció que las juventudes de Sortu «piden impunidad para asesinos sanguinarios» y explicó que los jóvenes que participaron en un acto «llevaron pancartas con fotos de los asesinos Manex Castro, José Ignacio Guridi, Juan Carlos Besance, Óscar Celarain, Juan Luis Rubenach, Aitor Aguirrebarrena y Ana Belén Egües, entre otros, todos ellos con varios asesinatos a sus espaldas». El colectivo que preside Consuelo Ordóñez afirmó que el evento, «lejos de ser censurado» por el Ayuntamiento de Ibarra, formó parte del programa oficial de las fiestas de la localidad, en el que figuraba «con el nombre ‘Cena de solidaridad’».
Tras considerar «lamentable que las instituciones públicas fomenten esto», Covite insistió en que «la presencia constante de los asesinos de ETA y sus cómplices necesarios en la vía pública es asfixiante». No es el único caso. A través de Twitter, este colectivo muestra varios actos de exaltación en las calles vascas y continúa con sus denuncias públicas, al igual que otras asociaciones de víctimas o partidos políticos.h
Desde la Fundación Fernando Buesa Blanco también lamentan la impunidad de estos actos. «La utilización de las fiestas populares por parte de la izquierda abertzale es insoportable e indignante. Y es muy grave que todo esto se repita día tras día ante la pasividad y el silencio de las instituciones y en concreto de los ayuntamientos ¿Hasta cuándo?», denuncian en Twitter.
