Levante-emv.- Otro caso de discriminación lingüística genera solidaridad, indignación, y una pregunta al Gobierno en el Senado.
«Hoy he perdido el tren de las 9.25. El empleado de Renfe no ha querido atender en la estación de Gandia por hablar en valenciano». Así resumía un vecino de esta ciudad la reclamación que ha presentado a la empresa de los ferrocarriles en el desagradable incidente ocurrido en la mañana del pasado miércoles en la taquilla de la estación.
Según explicó, él pidió, en valenciano, un billete de ida y vuelta, pero el trabajador «no me quiso entender y por todas quería que se lo pidiera en castellano». «No me había pasado algo así desde el tiempo de Calvo Sotelo», añade el usuario afectado.
Tras difundir lo ocurrido en las redes sociales el hombre ha recibido un sinfín de mensajes que mezclan solidaridad e indignación, más aún porque en ningún momento se pidió al trabajador de Renfe que le contestara en valenciano, sino simplemente que le expidiera el billete solicitado.
Enterado de lo sucedido, el senador Carles Mulet, de Compromís, formuló ayer una batería de preguntas dirigidas al Gobierno. Entre ellas figuran qué operario fue el que se negó a atender al usuario, qué sanciones se prevén «para quien trabajando para una empresa pública en territorio valencianohablante discrimina de este modo inaceptable a los valencianohablantes» o qué medidas va a adoptar el Gobierno para que casos como estos no vuelven a pasar en las estaciones valencianas.