El Periódico.- ACNUR censura el acuerdo del Reino Unido con Ruanda y avisa de que podría ser imitado por otros países.
El aumento de los conflictos, persecuciones, violencia y violaciones de derechos humanos han provocado que la cifra de refugiados y desplazados internos en el mundo haya pulverizado el récord registrado en 2021 de 89,3 millones. Este 2022, el colectivo de refugiados y desplazados internos ya ha superado los 100 millones, según ha informado este jueves la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR). La nueva marca duplica los datos de hace una década, cuando no alcanzaba los 43 millones.
«Si no tomamos medidas para hacer frente a estas cifras fruto de la desesperación y encontramos soluciones duraderas, seguiremos batiendo nuevos y terribles récords», ha manifestado el alto comisionado de la ONU para los refugiados, Filippo Grandi, en la presentación del informe, que se publica cada año en vísperas del Día Mundial de los Refugiados, el 20 de junio.
Los colectivos más numerosos a finales del año pasado eran los procedentes de Siria (6,8 millones), Venezuela (4,6 millones, aunque sumando los migrantes superan los 6,1 millones) y Afganistán (2,7 millones). A esta cifra se suman los casi 5 millones de ucranianos huidos a otros países, principalmente del resto de Europa, desde la invasión rusa iniciada el pasado 24 de febrero.
Turquía, principal acogedor
Turquía sigue siendo el país que más refugiados acoge, unos 3,8 millones procedentes en su mayoría de Siria, y le siguen Colombia (1,8 millones, principalmente venezolanos), Uganda (1,5 millones procedentes de la República Democrática del Congo) y Pakistán (1,5 millones de afganos).Noticias relacionadas
El informe se publica en un momento de intensa polémica por el intento británico de deportar solicitantes de asilo a Ruanda, merced a un acuerdo firmado entre Londres y Kigali en abril que ha sido muy criticado desde instancias internacionales. Ese acuerdo es un «error» que podría sentar «precedentes catastróficos«, ha afirmado Grandi, destacando que «es básicamente un traspaso de responsabilidades desde un país con estructuras y recursos a otro, Ruanda (…), que no tiene las estructuras para esta tarea en particular».
Grandi ha advertido que muchos países de África, América y otras regiones que acogen a grandes poblaciones de refugiados «podrían verse tentados a hacer lo mismo que el Reino Unido», algo que en su opinión «podría hacer el trabajo de ACNUR muy difícil».