JOAQUÍN GASCA. SHANGAY.COM.- Tremendo. Una pareja de Californa ha sido condenada a cadena perpetua tras torturar y asesinar a un niño de 8 años por el simple hecho de creer que era gay. Gabriel Fernandez sufría todo tipo de atrocidades por parte de su propia madre y de su pareja: le insultaban cuando jugaba con muñecas, le pegaban con cinturones y bates de béisbol, le obligaban a comer heces de gato y su propio vómito, le encerraban en un armario con un calcetín en la boca y le impedían ir al baño.
El día de autos, Gabriel sufrió una paliza que le destrozó el cráneo y le fracturó varias costillas hasta quedarse sin respiración. Su madre llamó a la policía pero ya era demasiado tarde, moriría dos días después en un hospital de Los Ángeles. La pareja ha confesado el asesinato de primer grado y las torturas, y ha renunciado a su derecho de apelación. El niño, que había vivido casi siempre con su abuelo materno, fue devuelto a su madre por el Departamento de Servicios Sociales de Los Ángeles (The Los Angeles County Department of Children and Family Services). Una funesta decisión que ha llevado al abuelo del niño a emprender acciones legales por negligencia contra dicho departamento. Sea como fuere, ya nadie podrá reparar el daño causado.
