El País.- Tomás Díaz Ayuso, instalado en el centro de la polémica desde que se supo que ha cobrado más de 55.000 euros por un contrato para traer mascarillas durante la pandemia firmado entre la empresa Priviet y la Comunidad de Madrid, que preside su hermana Isabel, ha provocado las críticas de la comunidad gitana al intentar defender su actividad comercial en una entrevista con EL PAÍS. “Los Ayuso siempre somos unos gitanos. Tenemos siempre que estar jodiéndola y vendiendo guarrerías. Nunca lo hacemos bien”, dijo, expresando su hastío ante un escándalo que investiga la Fiscalía Anticorrupción. Unas palabras que no han pasado inadvertidas entre las asociaciones gitanas.
“Es evidente que todas los gitanos de España han entendido que esas palabras son puro racismo”, se queja Juan de Dios Ramírez Heredia, presidente de la Unión Romaní Española y exdiputado del PSOE, que recalca que no se considera portavoz del pueblo gitano, ni quiere politizar el asunto. “Sobre nosotros pesa un sambenito horrible, el de quienes piensan que todos los gitanos somos vagos, somos maleantes, somos ladrones, que tenemos un vicio congénito de ser mala gente”, añade. “¿Qué ha hecho el señor Díaz Ayuso? Alimentar ese sentimiento. Eso no lo puede decir. ¡Lo que llevamos haciendo tanto tiempo es luchar contra ello, contra los delitos de odio, contra el antigitanismo!”.
En la misma línea se ha expresado Beatriz Micaela Carrillo de los Reyes, diputada gitana del PSOE en el Congreso: “No sois [los Díaz Ayuso] como gitanos, nosotros no nos lucramos de una tragedia humana cobrando millones en comisiones, ni pasamos la pandemia en suites de lujo mientras la gente iban a las colas del hambre y sin luz”.
Las quejas también se han multiplicado en las redes sociales, firmadas por ciudadanos y por organizaciones como la Federación de Asociaciones de Mujeres Gitanas Universitarias.
“Esto es una vergüenza”, escribió esta organización en su cuenta de Twitter. “¡Estamos hartas de la criminalización y la discriminación gratuitas!”, añadió. “Y le recordamos al señor Ayuso que el refranero popular nunca miente: “Más honrado es quien honra merece, que aquel que la tiene”.