PÚBLICO JAIRO VARGAS MARTÍN.-El Consejo de Administración de la agencia europea de fronteras y costas ha aceptado la renuncia de Fabrice Leggeri este viernes. La decisión llega después de nuevas revelaciones sobre la participación del organismo en devoluciones en caliente en el mar Egeo y antes de que la OLAF haga público un informe sobre irregularidades de la agencia.
El director de la Agencia Europea de la Guardia de Fronteras y Costas (Frontex), Fabrice Leggeri, ha presentado su dimisión, acorralado tras un año de escándalos en el organismo por su participación o permisividad en operaciones de control migratorio que vulneran los derechos humanos.
Según varias fuentes consultadas por Público, Leggeri presentó su renuncia a las 22.00 horas del jueves. Así lo confirma un correo electrónico remitido por Leggeri al Consejo de Administración de Frontex, al que ha tenido acceso Público.
«Parece que el mandato de Frontex por el que he sido elegido y renovado en junio de 2019 ha sido modificado de forma silenciosa pero efectiva», argumenta Leggeri en su carta, en la que pone su cargo a disposición: «Devuelvo mi mandato al Consejo de Administración», dice textualmente.
Tras la reunión extraordinaria del Consejo de Administración, celebrada desde el jueves hasta el viernes, Frontex ha aceptado la dimisión de Leggeri, a quien sustituirá temporalmente Aija Kalnaja, directora Ejecutiva Adjunta de mayor rango. No obstante, el Consejo prevé nombrar un director ejecutivo interino «lo antes posible» y se pone como fecha límite la siguiente reunión del Consejo, el próximo junio. En un comunicado, la agencia también asegura que tomará las medidas previstas por ley con los otros dos miembros de la cúpula de Frontex bajo investigación.
El rumor de la caída de Leggeri ha circulado desde la noche del jueves, día en que se publicó una nueva investigación de grandes medios europeos que revelaba que la agencia estuvo involucrada en devoluciones en caliente en el mar Egeo de al menos 957 solicitantes de asilo entre marzo de 2020 y septiembre de 2021.
Estos medios han publicado durante más de un año informaciones cada vez más precisas sobre devoluciones en caliente en el Mar Egeo realizadas por los guardacostas griegos con pleno conocimiento de Frontex. Sin embargo, la agencia europea las registraba como operativos de «prevención de salida» de embarcaciones desde las costas turcas, algo que ha sido desmentido por las autoridades turcas, testigos presenciales, ONG de rescate de migrantes y algunos de los solicitantes de asilo devueltos a las costas turcas en balsas salvavidas, abandonados a su suerte por los guardacostas griegos.
La cúpula de Frontex también estaba siendo investigada por la Oficina Europea de Lucha contra el Fraude (OLAF) desde finales de 2020. De hecho, la OLAF tiene previsto publicar un demoledor informe en el que examina las denuncias de mala conducta dentro de Frontex en relación con las violaciones de los derechos humanos en las fronteras exteriores de la UE, entre otros asuntos. En concreto, la OLAF investigaba operaciones de devoluciones en caliente en el mar en las que se puso en riesgo la vida de solicitantes de asilo y que son contrarias al derecho internacional.
Según el resumen del informe, al que los eurodiputados no tienen acceso completo, la dirección de Frontex estaba al tanto de las violaciones de derechos humanos y deliberadamente evitó denunciarlas.
En sus conclusiones de este viernes, el Consejo de Frontex asegura que «el control fronterizo efectivo y la protección de los derechos fundamentales son totalmente compatibles», aunque ha tardado siete años en dejar caer al jefe de la agencia a pesar de los numerosos escándalos.
Aferrado al cargo
Leggeri consiguió aferrarse al cargo a pesar de las relevaciones y de una comisión de investigación en el Parlamento Europeo sobre las actividades de la agencia. Gracias a los votos de los grupos populares, liberales y de la extrema derecha, las conclusiones de esa investigación dejaban en el aire la implicación de Frontex en estas operaciones. Estos grupos también vetaron la comparecencia ante la cámara de varias ONG que trabajan en terreno y que tenían pruebas concluyentes de estas operaciones.
Según informa Der Spiegel, Leggeri ha presentado su dimisión al contar cada vez con menos apoyos dentro de la agencia debido a estos escándalos y antes de que el informe de la OLAF se hiciera público.
En declaraciones a los medios, Sira Rego, eurodiputada de Izquierda Unida y miembro de la comisión de investigación a Frontex en Bruselas, ha asegurado que «la dimisión de Leggeri es una gran noticia, aunque Frontex no lo haya hecho oficial todavía».
Exige que la agencia esclarezca inmediatamente «todos los motivos que han llevado a esta decisión» y considera que «la Comisión [Europea] debe asumir su responsabilidad» en el asunto. «El problema de Frontex no es solo Fabrice Leggeri, el problema de Frontex es estructural. Por ello, su dimisión no es suficiente y necesitamos un cambio total en la política migratoria de la UE», ha insistido.
El también eurodiputado, Miguel Urbán, también ha reaccionado a la dimisión, aunque ha lamentado que la renuncia de Leggeri no esté motivada en los abusos contra migrantes amparados por Frontex, sino «para evitar las consecuencias que tendrá la revelación del informe de la oficina europea anti-fraude (OLAF)». Según Urbán, el Consejo de administración de Frontex lleva tiempo «poniendo obstáculos para que no salga a la luz el informe» en el que «hay más altos cargos [de la agencia] señalados».
Para Urbán, el hasta ahora jefe de Frontex es solo «una manzana de un cesto que nació podrido», y si marcha «no cambia el hecho de que se trata de una agencia criminal«, que a pesar de «todas las evidencias e informes que se han dado los últimos años, la UE ha seguido financiando y dotando de poderes».