El País.- Desde Texas hasta California, las organizaciones criminales están usando a menores de edad para transportar migrantes. De ser detenidos, enfrentan menos consecuencias legales.
Que los carteles de drogas que se benefician económicamente de los migrantes usen a menores de edad no es nada nuevo en la frontera entre Estados Unidos y México. Pero en los últimos tiempos, la Patrulla Fronteriza ha detectado un aumento en el número de adolescentes estadounidenses detenidos cruzando la frontera en vehículos cargados de inmigrantes indocumentados.
Concretamente, desde finales de 2020, según explica Carlos Rivera, un portavoz de ese departamento a la agencia Reuters. Los guardias fronterizos han detectado un incremento en las detenciones de conductores adolescentes, desde los 14 años, que están siendo reclutados por el crimen organizado desde Texas a California. Según sus datos, casi uno de cada cuatro choferes arrestados por transportar a indocumentados en el área de Sunland Park, en la frontera entre Texas y Nuevo México, eran menores de edad y casi todos ellos tenían la nacionalidad estadounidense.
Como ha sucedido tradicionalmente con los adolescentes mexicanos usados por los coyotes, éstos saben que, de ser detenidos, los menores enfrentan consecuencias legales más leves y son susceptibles de ser liberados al poco tiempo. Por su parte, los adolescentes —que suelen ser reclutados a través de las redes sociales—pueden ganar cientos de dólares por cada migrante que transportan, según fuentes consultadas por Reuters, así que la oferta de los traficantes resulta jugosa para los jóvenes de los barrios más pobres de las ciudades fronterizas.
Sin embargo, las autoridades advierten de los riesgos. La Patrulla Fronteriza dice que los menores tienden a huir a gran velocidad cuando son interceptados y eso, apunta la Unión Americana de Derechos Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés), puede llevar a persecuciones y accidentes mortales.
